Tobogán sin escalón [Parte II]

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Nunca le había rezado a todos los santos como hoy cuando tuve que rendir una parcial más larga y difícil que la bosta. Los últimos días había hecho un gran esfuerzo para poder estudiar mis resúmenes, pero nada había salido como quería. Odiaba la carrera, pero tenia que ponerle esfuerzo si quería que mi independencia siguiera.

Después de terminar mi examen hasta un poco más de la mitad lo entregue y me fui de la universidad como un rayo, estaba demasiado nerviosa y quería fumar un cigarro lo más rápido posible, cuando por fin estuve en el gran portón prendí uno y camine por las frías calles, odiaba la maldita hora que teníamos, de 16:00 horas hasta las 22:30, todo el puto día perdido dentro de esa horrible institución, pero bueno, lo único que me consolaba es que podía irme hasta el amanecer y dormir hasta las quince horas, era lo único... Porque después olvídate de salir a pasear o de compras por las tarde, solamente los sábados -Si no tenía que asistir a la universidad- y los domingos.

Paseé por una plaza y compre un café, sentándome en una banca mi celular comienza a sonar con una canción de Cerati, atendí.

—Hola.— Respondí y después me di cuenta que ni siquiera había observado quien me estaba llamando.

—Hola hija ¿Cómo estas?— Sonreí, mi mamá era una pesada, pero la amaba y de a momentos la extrañaba.

—Hola mamá, bien, recién salgo de la facultad ¿Vos como estás?— La escuche reír y sonreí de inmediato.

—Bien— se quedo unos segundos callada —. Te extraño mucho, ni te imaginas cuanto ¿Cuando venís a verme?

Me quede un momento callada, no tenía ganas de ir por allí otra vez. Arregle un poco mi garganta —Tal vez a fines de mes, mamá.

—Eso me dijiste el mes pasado Destiny.

—Mamá la facultad es difícil y no quiero tener complicaciones.

—Un fin de semana largo que vengas no sería tan mal ¿O sí? Solamente uno...

Le corte la oración —. Esta bien, iré cuando tenga un finde largo, pero por favor no me presiones.

—Lo siento hija, pero es que te extraño mucho.

—Yo también te extraño mamá.

Ella rio —. ¿Como vas en la universidad?

—Bien, hoy he tenido un examen demasiado largo para mi gusto.

Charlamos toda una hora, contándome como estaban las cosas. Decía que mi hermano iba bien en la escuela y que ahora ella se llevaba bien con la nueva esposa de mi papá, que ahora se pasaban tardes enteras tomando té y charlando. Algo poco normal, pero esta bien.

Su relación con papá había cambiado al momento que llegamos a Francia, hubieron peleas, sí, pero ahora estaba bastante bien.

Mamá había conseguido un trabajo de secretaria en una clínica y con eso se mantenía, le daba tanta gracias a Dios por sacarla de ese maldito infierno en el que estaba para mantenernos a las dos. Gracias a que nunca me había faltado algo.

Cuando corte con mi mamá me fui a mi departamento.

Apenas abrí sentí el olor de anoche, abrí la ventana y tire un poco de desodorante, ordene un poco y me tire en el sofá a ver televisión mientras tomaba una taza de café.

Poco a poco volví a sentir esa depresión de todas las noche, respire hondo y cerré los ojos.

¡Maldito Matt!

Es curioso como podes pasar meses, incluso años sin hablar ni saber nada de esa persona, pero que siga pasando por tu mente todos los días ¿Como se supone que olvidas a la única persona que te hacía olvidar todo? Estoy tratando de olvidarlo, pero también estoy esperando a que vuelva. Porque sigo con la esperanza de que venga y me diga que me ama, que fue un error haberme dejado, pero tengo que ser realista... Nunca le importe realmente. A ninguna persona dejas de importarle de la noche a la mañana, y si lo hace, es porque en el fondo nunca le importaste de verdad.

Me levante del sillón y fui a mi habitación, saque de mi mesita de luz ese tan amado polvo blanco y lo alinee rectamente arriba de este. Lo aspiré, para poder viajar, lo aspire con angustia, bronca, desolación.

Matt, te estoy tejiendo un par de alas, por si alguna de estas noches de soledad decidieras venir a buscarme.

ROPE [Segunda temporada consejero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora