ROPE [Segunda temporada consejero]

Fuera Natural I

Desperté en enfermería un poco perdida. Tratando de recordar lo que había pasado. Y de pronto recordé, el infinito de sus ojos mirándome fijo, como un deseo, como un sueño echo realidad.

También recordé lo impecable que estaba, más grande, el pelo corto, pero también más delgado...

Pero ¿Qué estaba haciendo acá? ¿Y si es un sueño?

-Des... parece que despertaste ¿Estas bien?-. La enfermera se acercó tocando mi frente.

-Si... ¿Qué pasó?-. Dije, mientras le daba mi dedo para poner ese aparato para controlar el pulso.

-Bueno, llegaste, entraste al salón y caíste desplomada. Quizás tuviste un ataque de pánico ¿Estos días atrás estuviste con mucho estrés? -. La miré mientras me tomaba los signos vitales. ¿Estrés? No, esperen.

-¿Tenemos un profesor nuevo?-. La enfermera levantó la ceja, mirándome pícara.

-Así que... eso fue el shock-. Río -No te culpo, es muy hermoso. Y si, es nuevo, y es un tierno, te trajo hasta acá y no se quería ir, pero tampoco se podía quedar, así que me pidió por favor que le avisara cuando despertarás.

Termino de controlarme y me tapo un poco.

-Quédate acá, voy a ir a buscarlo ¿Si? Vos tranquila, seguro que con descanso te vas a sentir mejor.

Me quedé en estado de shock tres segundos antes de pensar ¿Estoy preparada para verlo nuevamente?

Abrí los ojos como platos, me levanté de la cama causándome un horrendo mareo. No me importó, agarré mi campera, y me fui, cuidando de que nadie me viera.

Así fue como Destiny, la cobarde, huyó de ver nuevamente al amor de su vida.

...

Bailaba suavemente al compás del viento mientras que mi cabeza daba vueltas en un torbellino de emociones que trataba de olvidar. Mi swetter gris tejido era lo único que me abrigaba en esa noche de frio infernal. No me importaba, por que estaba ida. Y cuando estás ida lo que parece que te va a matar se te resbala de las manos dejándolo pasar. -Aunque sea solo un momento-.

Había consumido y después agarré mi MP3, mis auriculares, y tomé camino hacia el lago, bailando a la orilla acompañada de las estrellas, el viento suave y la música. Sin pensar, en como iba a volver a confrontarlo, a hablarle a volver saber de su vida.

¿Escucho mis pensamientos? ¿Viene a salvarme?

Muy. Muy en el fondo de mi corazón, es lo que deseaba.

Pero esta vez.

Para siempre.