JURASSIC WORLD II

9- Una cara Conocida

Claire:
- ¿Qué ha sido eso? - Preguntó asustada.
Owen:
- Viene de afuera.
El sonido de unos zarpazos en la puerta principal volvió a llamar su atención.
Claire:
- ¡Ah...!
La chica entró en panico, corrió tras el sofá encogiéndose y respirando agitadamente.
Owen:
- Quédate aquí. - Owen caminó hacia la puerta cogiendo su escopeta que estaba colgada en el pasillo.
Claire:
- Owen, ¿Dónde vas?, ¡Owen, no salgas ahí...!
Owen:
- No salgas de casa.
Claire:
- No, no, ¡¡Owen no...!!
Pero Owen ya había salido al porche de fuera y cerrado la puerta. Encendió la luz ya que al ser de noche estaba oscuro. No veía ni oía nada, parecía que el ser ya se había ido. Pero las marcas de unos arañazos en la puerta llamó su atención. Pasó su mano por las marcas analizando el animal, se quedó de piedra al descubrirlo.
Owen:
- Raptor...
Ruido:
- ¡Sssh rrg!
Pero cuando quiso darse cuenta, se encontraba tirado en el suelo arenoso y polvoriento, con un Velocirraptor delante, fulminándole con la mirada y amenazándole con movimientos corporales y sonidos.
Velocirraptor:
- Ssshg...
Su escopeta estaba en el porche, estaba completamente indefenso. El animal se acercaba poco a poco a él mostrándose dominante y agresivo.
Velocirraptor:
- Ssshhg...
Owen trataba de mantener la calma intentando controlar el pulso acelerado de su corazón. Pero algo en ese Velocirraptor le resultaba familiar.
Velocirraptor:
- Sssshhg, ssehg, rrg...
El animal dejó de amenazar y relajó su postura, fue entonces cuando Owen recordó.
Owen:
- ¿Blue...?
Velocirraptor:
- Ssg.
Owen:
- Blue, eres tú...
Owen se levantó poco a poco acercándose a ella, la Velocirraptora no pareció alterarse.
Owen:
- Has vuelto a casa... - Dijo estirando el brazo hacia su cabeza. Blue se acercó confiada a él y acercó su cabeza a la mano del chico. Su mano la tocó.
Owen:
- Hola... ¿Cómo has estado pequeña? Buena chica...
Blue:
- Rrrg...
Owen estaba completamente de pie y sin miedo. Parecía que ambos tenían una buena relación de respeto y confianza.
Owen:
- Eso es... Buena chica...
Owen la acarició suavemente por el lateral de su cabeza, ella ronroneaba de gusto.
Owen:
- Has estado sola mucho tiempo... Pero ya estás otra vez conmigo...
Blue:
- Rrgg...
Pero entonces la puerta principal de la casa se abrió de un golpe, asustando a Blue que se apartó bruscamente de Owen. Claire apareció muy preocupada y con un fusil en las manos. Blue se alteró y soltó un gruñido amenazante.
Blue:
- Rrrg, ¡Ssshgg!
Owen:
- ¡Claire, no!
Owen corrió hacia la chica llamando la atención de Blue que se resistió por no correr detrás de él. El chico llegó junto a Claire, quien estaba apuntando con el fusil a la Velocirraptora.
Owen:
¡Baja el arma!
Blue:
- ¡Ssshg!
Claire obedeció pero Blue se había alterado lo bastante como para volverse agresiva. Soltó un bufido y saltó amenazante al lado de Claire. Ella se aterrorizó. Owen se mantenía a su lado. Blue no atacó, se limitó a olfatearla; Claire tenía casi fuera del pecho el corazón.
Owen:
- Ssh... Claire, tranquila... No va a hacerte daño.
La chica temblaba pero aún así trataba de mantener la calma. Blue terminó de olfatearla y acto seguido fulminándola con la mirada, dio un pequeño rugido dominante, y saltó a los arbustos, desapareciendo. Claire se pegó a la pared dejando resbalar su espalda hasta caer sentada en el suelo.
Owen:
- Ha vuelto...
Claire:
- No me lo creía... era ella, ¿Verdad?
Owen:
- Si, sí que era ella.
Claire:
- Me ha cogido manía...
Owen:
- Que va... sólo te ha retado un poco.
Claire:
- Estarás feliz, ¿Verdad...?
Owen:
- Claro que sí... ¿Ves? Te dije que seguía aquí.
Claire:
- Bueno, ya podemos volver dentro, ¿No? - Dijo algo asustada.
Owen:
- Sí, vamos.
Ambos entraron a casa y cerraron con llave. Apagaron la tele y se acostaron. Fue sorprendente que después de tanto tiempo, Blue decidiera ir a visitar a Owen. La mañana se abrió calurosa en la selva. El clima tropical de verano, era bastante cálido en esa zona. En el Parque Jurassic World, Cleir se encontraba en una sala, alimentando desde fuera de su recinto, a unos troodones. Los feroces animales se lanzaban hambrientos hacia la carnada. Mientras Cleir los observaba fascinada, alguien entró en la sala.