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Este es un fic realmente raro, no sé en qué mierda pensaba cuando lo escribí (?).


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Zeref le sonríe. Se encuentran en una banca de aquel parque al que suelen frecuentar. Y Zeref no pude evitar sonreír. Y ella está acostumbrada ya a ver a Zeref sonriendo de aquella manera. Porque aunque ella no lo sepa —y él espera que se agregue un nunca—, es la única que ha logrado—y él espera que siempre lo sea— que él sonría con tan sólo verla, y se entristece de tan sólo verla triste.

Sin embargo, luego de ese día —en el que ella sonreía— , y al siguiente de ese día, y al siguiente del siguiente, ella ha cambiado en cierto aspecto.

Ella ya no sonríe.

Zeref ya no sonríe.

—¿Qué pasa?— y su tono de voz indica que exige saberlo.

Ella se queda en silencio. Aunque no quiera aceptarlo Zeref la conoce demasiado, más de lo que ella misma se conoce. Y la perturbaría, si no fuera porque es consciente de que agregando a eso, estaba siendo bastante obvia.

Y no responde. Porque no tiene ganas de hablar, ni tampoco tiene ganas de soportar la mirada de Zeref. Y es que, es consciente de que él puede ver a través de sus ojos.

—Lucy— advierte.

Quiere que se lo cuente, porque quiere decirle que pude contar con él cuando termine. Así que, por eso, porque se supone que son amigos, y porque ella debe confiar en él, necesita saberlo.

Ella de un leve salto. Odia cuando hace eso con ella —sus ojos hacen que se rinda—, así que entonces ya no tiene más opción que decirle.

—Mard se ha tirado a Kyouka.

Y los dos se sumen en el silencio.

(—Maldito silencio).

Y Lucy quiere llorar.

Y Zeref quiere golpear.

(—Por Lucy).

Y comienza a llover.

(Y Lucy también).

Y Zeref la abraza.

(Porque ella lo necesita.

Y él también).

Y luego le dice que va a matarlo.

(Pero ella no le cree. ¿Por qué?).

Y completamente ajena a él, sonríe. Porque no ha dicho «te lo dije».

Así que siente que Zeref no merece una amiga como ella.

Y es que se da cuenta de que ni lo conoce, a pesar de supuestamente, ser amigos.

Y Zeref, aún ajeno a todo lo que ella piensa, sonríe.

(Porque ella sonrió).

(—Lo hizo).

(Y él lo hace por ella, y porque esa tarde matará a alguien).

Al final no cumple su cometido. No lo mata, no logra hacerlo. Pero lo que sí logra es dejarlo estéril, seguramente.

Y es que Mard Geer se merecía una patada en los testículos, e incluso más, sólo por hacer llorar a Lucy.

Y al final, en esa oportunidad, Zeref no puede evitar ser interrumpido, y no matar al idiota.

Ahora que ha pasado ya un año de todo eso, Lucy está comprometida hace seis meses.

Lucy y ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora