Cubelios. O más seximente dicho, Kinana

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[Parte I]

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Lucy parpadeó perpleja viendo al frente. A su lado se encontraba un Erik que bien podía pasar como un perro moviendo la cola. Y de un momento a otro, llamó su atención parándose y poniéndose frente a ella.

—De verdad necesito tu ayuda, rubia.

Últimamente todos le decían rubia. ¿Es que ninguno recordaba su nombre? Lu-cy. Lu. Cy. Era algo tan simple... ¡tenía tan solo dos sílabas y ningún acento! Y es que los que últimamente le decían rubia, siempre eran dragon slayers.

—¿Me pescas, rubia?— el moreno frunció ligeramente el ceño.

—¿Para qué necesitas mi ayuda?— preguntó.

—Te lo he dicho ya dos veces— ladeó la cabeza.

Cielos... que no sea cierto. Se dijo.

El chico más conocido como Cobra, soltó un suspiro.

—Necesito tu ayuda con... con Cubelios— murmuró.

—Kinana, querrás decir— mencionó Lucy.

—Es una manera íntima de llamarla— se puso rojo.

La imagen llenó de diversión a Lucy. A pesar del surrealismo de todo.

—Y nada sexi— sonrió sin ganas.

Erik se cruzó de brazos.

—¿Qué propones entonces...— Lucy celebró mentalmente el que el chico haya olvidado...—, rubia?

Falsa alarma. Se derrumbó Lucy.

Lucy y ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora