Ojos intrigantes, mirada coqueta y expresión interesante...
-Así que te llamas, Sam Dibotti-exclamo con lentitud.
-Creo que eso no es lo importante, ya que al parecer sabes algunas cosas de mí y yo no de ti-escupí.
-Pues para mí eso no es lo importante, porque lo único interesante eres tú en este Bar-lentamente coloca uno de sus dedos en sus labios, para luego trazarlos en este.
-Sabes que, lo mejor es que me vaya. Tendré problemas si no sigo trabajando-exclame.
-Creo que eso no será posible, tu jefe me conoce muy bien y él no le vera ningún problema que estés aquí conmigo-dice con ronquedad.
-Te conoce a ti, más no tu a él. Es un hombre realmente repulsivo e irritante, el jamás hace favores-dije con seriedad, ya me estaba asqueando de ver a este tipo.
Tal vez cualquier chica caería a sus pies, aquellas facciones que lucen intrigantes a cualquier punto de vista. Pero debemos ver más allá que una cara bonita, no todo en esta vida es eso ya que un simple comportamiento; puede arruinar aquel rostro perfecto.
-Está bien, tú tienes la razón. Pero a las 00:00 horas te estaré esperando por ti, quisiera saber un poco más de ti-dice, mientras le da un sorbo a su bebida.
No respondí ante su comentario, solo asentí ya que no tenía nada más que decir. Rápidamente me levante del asiento, tome la bandeja entre mis manos y baje las escaleras lo más rápido que pude. Pude sentir como si alguien me mirara, gire mi cuello a 90° y ver que aquellos ojos esmeralda me miraban fijamente.
Al llegar a la barra, pude ver a Lucas como en su rostro apareció una sonrisa, algo realmente extraño en el cuándo estaba en este lugar.
-Las demás meseras están ardiendo de la envidia-sonríe con burla- solo por ese maldito que usa extensiones.
-Realmente no sé porque lo hacen, se nota que es típico hombre que solo te quiere llevar a la cama-ruedo mis ojos con fastidio, estaba segura de mis palabras.
-Pero por ese estúpido, tendrás un buen pago este final de mes. Aunque te recomiendo que te apartes de él, dicen que solo trae problemas-negó con su cabeza al expulsar sus palabras.
-Así que hoy si me acompañaras a casa-dije cambiando por completo el tema de la conversación, dándole a entender mi incomodidad.
-Sí, hoy si llevare a mi chica a casa-sonríe con entusiasmo.
-No soy tu chica.
-Pero cuando este Sara, si lo eres-susurro entre dientes.
-Olvida a esa zorra, perdona la expresión pero esa la realidad de esa chica.
-Tres cervezas para la mesa seis-dice intentando evitar mis palabras.
Solo negué con mi cabeza, ya que se cuál fue su reacción. Tome aquellas cervezas y las lleve rápidamente donde correspondía.
Las horas se fueron volando y eso era como una luz de alegría para mí, nada mejor que salir de este lugar y llegar a casa. Salí del Bar junto a Lucas, era genial compartir con este gran idiota.
-Así que tu mama insinúa de que somos novios-carcajea.
-Sí, eso es realmente loco-dije mientras camino junto a él, hacia donde estaba su auto.
Rápidamente llegamos al auto, pude ver que alrededor de nosotros hay más hombres de lo normal, ya que este lugar suele ser muy solitario. Decidí descartar mis pensamientos, tal vez soy un poco paranoica; Lucas subió al auto y yo luego haría lo mismo, pero sentí como el sonido de las suelas de unos zapatos chocaban contra el cemento del andén, alguien caminaba detrás de mí y eso era seguro.