Y ahí estaba yo, frente a frente con el y aquel miedo que sin duda se encontraba en mi cuerpo. Sus ojos estaban totalmente dilatados, esos que de alguna manera me miraban con odio y rabia. Sentía dolor, presentía que en cualquier momento mi quijada expulsaría algún sonido de alguna fractura, me dolía y estaba segura que lloraría.
-Me estas lastimando-dije en susurro, realmente me dolía.
Su mirada seguía posada en mi, pero con rapidez con su mano izquierda toma mi muslo.
-Tu-logra decir- simplemente tu Sam, dame una oportunidad y te dejo en paz.
-Jamas lo haré-escupí- así que suéltame.
-Seras mía aunque no lo creas- me suelta con cierta brusquedad, que provoca un quejido en mi.
-¡Púdrete!-grite- ¡Te odio con todo mi corazón!
Debía salir de hay, tengo que alejarme ya. Así que salí del auto, ignorando todo a mi al rededor. Tengo que correr así que lo hice, no quería verlo jamas y quizás porque jamas lo quise ver.
-¡Sam!-escucho la voz de aquel hombre.
Sentía miedo, no sabia en que me había metido.
-¡Sam! ¡Sam! ¡Sam!-gritaba repentinas veces.
Mis pies ya no corrían, ya no seguía en movimiento y no se porque, simplemente quede estacionada sin algún motivo. Sentí algo tocarme, tomarte con fuerza pero solo cerré los ojos, tenia miedo creería que mas de lo normal.
-Te llevare a casa-dice.
-No-exclame- no quiero.
Quería llorar, creo que voy a explotar.
-Déjame en paz, solo te pido eso- y así fue, la primera lágrima corrió por mi mejilla.
-No llores-exclamó- yo no te hecho daño.
El solo me rodea con su brazo y por algún motivo me sentí protegida e igualmente en peligro.
Al poco tiempo llegamos de nuevo a su auto, subí a este e igualmente él lo hizo.
-Llévame a casa - lo miro.
-¿Por qué lo haría?-dice, era obvio que lo expresaba con todo el sarcasmo posible.
-Te lo suplico, realmente quiero ir a casa-dije, en el susurro más mínimo de mi voz, estaba rota en llanto, ya no resistía más.
-Haz lo que te pido, y serás libre- su voz lucia tranquila, ni mi llanto le afectaba.
-¿Y qué es lo que quieres de mi? - ya me daba por vencida.
-¿Realmente lo harás? - responde con otra pregunta.Solo a sentí con mi cabeza, no quiera hablar más.
-Haces lo correcto Sam-dice, con una sonrisa en su rostro, cosa que me dolió hasta el alma.
Veo como el auto comienza a estar en movimiento, colocandome más nerviosa de lo normal. Harry maneja a toda prisa, por un momento creí que chocaría con algo, veía lo desesperado que lucia y aquella energía de mierda.
Tan solo habían pasado escasos minutos, cuando veo que se estaciona frente aquel hotel.
-Hemos llegado, cariño- lo escucho hablar, pero lo mejor era ignorarlo.
“Jamás seré tu cariño„
-¿No me haz escuchando? - me toma por mi brazo, provocando colocar mis ojos en el.
Jamás había sentido tanto miedo hacia alguien, jamás... Me quite de su agarre y rápidamente salí del auto, básicamente huyendo, veo como este baja del auto y me toma de nuevo del brazo, pero esta vez con mucha más delicadeza.
Entramos al hotel, se encontraba el mismo chico de aquella, su mirada ya es una mas tranquila y eso debe ser porque no es la primera vez que me encuentro aquí. Harry habla con este por unos segundos, abandonando el mostrador y los dos con una sonrisa en su rostro.
Caminamos por aquel pasillo, y de nuevo reencontrar el mismo número de habitación de la última vez. Harry abre la puerta y me empuja suavemente dentro de la habitación.
-¿Qué hacemos a aquí? - lo encare.
-¿No te parece obvio?
-No me quiero acostar contigo- negué con mi cabeza- no creo que seas tan miserable.
-Dijiste que podía hacer lo que quisiera, y eso es lo que haré.
-Solo te quieres aprovechar de mi - dije, sollozando.
Sin duda soy una cobarde...
Baje mi mirada y siento como este me toma por mis caderas, y como este me tira a la cama.
-¡NO! - grite de desesperación- ¡NO ME HAGAS DAÑO!
No obtuve respuesta de este, pero sin pensarlo siento su grande y rustica mano en mi mejilla. Me dolió, no lo puedo negar... Cierro mis ojos causado por el dolor y siendo sincera esperaba otro golpe, pero no, Harry no se escuchaba por ningún lado; así que lentamente abro mis ojos y me encuentro con la grande sorpresa de que Harry se encuentra arrodillado en el piso con las manos en su rostro.
-¿Qué haces ahí? - dije, con un hilo de vos.
-Solo quedate donde estás, solo hazlo - dice con seriedad, pero sin alzar su mirada.
No entendía su actitud, no entendía lo que pasaba.
-Se que pensaras que estoy loco, pero esta locura es por ti Sam Dibotti- dice, mientras se levanta y me mira de nuevo.
Mi respiración se acelero, sintiendo como mis pulmones chocaban contra mis costillas.
-Se que tienes miedo, y eso me encanta-exclama- pero tranquila, hoy no te sucederá nada.
-¿Por qué?- lo mire confundido.
-No hagas preguntas, sólo duerme-escupe.
-¿Dormir? Yo solo quiero ir a casa-le dije.
-¡Solo obedece maldita sea! - grita, enmarcando las venas de su frente y garganta.
No tenía que decir ni una sola palabra más, no más. Las horas pasaron y pude ver por la ventana como la noche cayó, solo me encontraba acostada en la cama y Harry aún en el suelo, ya llevaba cuatro cigarrillos y lo se porque conté cada uno de ellos, realmente me daba escalofríos.
-¿Tienes hambre? - pregunta.
-No, ¿puedo ir al baño?
-Sí.
Me levante con tanta fugacidad que de inmediato estaba en este, el baño. Me mira al espejo y notar el pequeño moretón que se encontraba en mi mejilla, ahora como saldré de todo esto, escucho unas pisadas acercarse y girar mi cabeza y encontrarme con Harry.
-Siento por eso.
-¿Me llevas a casa? - debía intentarlo por última vez.
-De acuerdo-asiente.
Respiré, ya me sentía mucho más aliviada.
Ese Harry va acabar con Sam :v xc
#PrayForOrlando