Capitulo 3: Las tormentas del pasado

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- Harry...

Interrumpió aquel joven de cabellera dorada, sentado en el gran comedor repleto de nobles Baldurniana esperando el gran banquete que acostumbran cenar, llamando la atención de todos presentes.

- ¿Tu princesa no se presentara esta noche a la cena? -pregunto con una gran sonrisa inocente

- Esa persona no es mi princesa, es mi huésped -respondió de la misma manera-, ¿Por qué tanto interés en ella, hermano Noah?

Al instante soltó una carcajada burlona, tomando la copa frente a él y dándole un pequeño sorbo de aquel suculento vino enrojecido.

- No es nada -respondió-, sólo es simple curiosidad.

Al instante varios pasos se escucharon dirigiéndose al salón. Las nobles presentes prestaron especial atención a la puerta del gran salón pues podría ser su Rey que haya decidido cenar minutos antes de lo habitual; y es que si el Rey aún no se ha sentado en la mesa, nadie tiene permitió comer... Menuda estupidez. Pero, para su sorpresa y decepción, la que entro al gran salón no era más que aquella mujer de la que todos han estado hablando, la nueva esposa de su príncipe, la princesa Lydia. Todos quedaron en perfecto estado de impacto al notar como aquella mujer y su sirviente fiel poseía vestimentas tan vulgares para ellos como eran las vestimentas tradicionales Galebnianas. Los observe a todos y cada uno de ellos, sólo eran simples peones creyendo ser importantes. Sólo pude dar unos cuantos pasos hacia el gran comedor antes de notar como la Reina rápida y bruscamente se levantaba de su asiento, provocando un gran estruendo en todo el salón.

- ¡Tu! -grito con fuerza viéndome fijamente- ¿¡Que apariencia tan vulgar traes!? ¡Fue el mismo Rey quien te ha invitado a esta cena; muestra algo de respeto y ve a cambiarte de inmediato y ponte el atuendo que se te ha preparado!

- Madre -interrumpió Harry-... Ella acaba de llegar a este país; no está acostumbrada a nuestra cultura y seguramente se siente nostálgica. Su atuendo no está del todo mal.

Quede sorprendida, ¿Acaso el príncipe me estaba defendiendo de algún modo?, sea lo que sea y haga lo que haga, mi opinión hacia el no ha cambiado en lo absoluto, sigue siendo el mismo principal arrogante y desagradable.

- Además, este atuendo sólo demuestra lo primitivo que es su país. -concluyo soltando una gran carcajada burlona

Aún poco convencida la Reina decidió dejar pasar aquella falta y sentarse nuevamente en su puesto, rogando porque el Rey no lo tome como un insulto y permitiéndome finalmente tomar asiento. Lo pude sentir... El odio, la curiosidad, las burlas, el desprecio, la
hostilidad; todo sobre mi pequeño cuerpo. Está bien, puedo soportar este tipo de miradas. Tengo que volverme fuerte, por lo menos por mí misma. Poco tiempo después escuche abrirse las grandes puertas del salón anunciando la llegada del Rey al lugar. Todos en el salón se levantaron de sus asientos para recibirlo como es debido y no tuve más opción que seguirles el ritmo, a pesar de que lo último que quería era reverenciar a aquel ser humano despreciable; el debería ser el que se incline a mis pies. Sin lugar a dudas dirigí mí mirada a él; era un hombre alto e intimidante, de larga cabellera y barba negra; portando su corona, su capa y su cetro hechos enteramente de piedras y metales preciosos. Sin dudarlo dirigió su mirada directo a mí. Pude ver sus asquerosos ojos verdes observarme fijamente.

- Tú debes ser Lydia. -comento

Mi mirada se endureció al igual que la de él; por fin podía ver frente a mí a mi peor enemigo. La única pieza del juego que realmente quiero tener en mis frías manos.

- Esas ropas -susurro viendo mi atuendo-... ¿Por qué estas -pero antes de continuar su mirada se clavó directo al guardapelo que me había obsequiado mi abuelo-... ¡Tú! -grito con fuerza-, ¿¡De dónde has sacado ese medallón!?

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2015 ⏰

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El Estigma de la Princesa |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora