Te necesito junto a mí [Frikey]

Capítulo 4

"Últimamente los días y las noches se parecen demasiado.

Si algo aprendí en esta ciudad es que no hay garantías, nadie te regala nada"

Aquél día Michael se sentía extraño, por alguna extraña razón se sentía feliz y triste al mismo tiempo. No había hablado con Frank desde hace una semana, aún seguía muy enfadado con él.

Salió de su casa con una enorme sonrisa. Hoy se vería con Matthew ya que últimamente no pudieron hacerlo, cosas de trabajo, familia, perro, etcétera.

Frank lo vio salir y como todos los días se pregunto a donde iba y con quién. Pero al verlo sonreír de esa forma supo por que era, Michael había estado saliendo con alguien todo este tiempo y no se lo había dicho. Rompió la promesa y no es que fueran algo, pero se sentía... un idiota por creer que Michael Way no rompería una promesa. ¿Y Cómo no hacerlo? Cuando lo conoces parece un angel. Igual que todos los Way.

Igual a Gerard

Llegaba tarde por 10 minutos, muy tarde, jamás había llegado tan tarde pero se sentía bien, no se sentía nervioso como todas aquellas veces en las que llegaba tarde, porque en verdad no era algo que le importe mucho. Su cabeza estaba en blanco, casi como si no tuviera pensamientos y supongo que por esa razón estaba tan... normal.

Entró en la cafetería con las manos en sus bolsillos, la cabeza gacha pero aún con esa sonrisa tan extraña. Observó a su acompañante en la mesa de siempre con otro libro. Se acercó lentamente a él y mientras lo hacía su sonrisa fue creciendo. El pelirrojo lo vio y se sintió nervioso. Cerró su libro y lo dejó a un lado de sus manos que luego entrelazo, parecía como si fuera a darle una charla sobre llegar temprano a distintos lugares o como si lo castigara.

Al sentarse en la silla pensó en las palabras que diría para disculparse por llegar tan tarde y en ese momento se comenzo a poner nervioso por que no tenia excusa y antes de que explicaciones y disculpas salgan de su boca, Matt lo había tomado con ambas manos y había depositado un beso en sus labios dejando a Mikey confundido y en shock

-¿Q-Qué... fue... eso?- Se tocó los labios sin poder creerlo. Estaban en publico y se sintió apenado por las miradas sobre ellos. Pero... se entristeció, porque no había sentido nada, no sintió aquellas cosas que sentía al besar a Frank, en verdad quería que todo volviera a ser como cuando tenía 15 años, pero los sentimientos cambian, y las personas igual

-Yo.. lo siento, fue muy apresurado, pero no podía evitarlo. Me gustas mucho Mikey - Dijo apenado viendo la tapa de su libro para evadir su mirada ya que las lágrimas fluían de sus ojos - Lo siento, se que pensaras que estoy loco, que soy raro y.. - El morocho no lo dejo hablar porque tomo su rostro y lo beso, pero aún así, no sentía nada y eso hizo que se sienta una basura humana

-Matt, Cállate. Tu también me gustas siempre lo hiciste y jamás logre quitarte de mi cabeza - Sabía que mentía, pero quería darle una oportunidad, tal vez algún día logre sentir algo más que una simple amistad o eso esperaba

-Entonces.. Michael Way, ¿Quieres ser mi novio? - Preguntó de repente tomando la mano del morocho. Mikey abrió sus ojos a más no poder, no se habia imaginado tal cosa - Por favor di que sí - Suplicó para si mismo con los ojos cerrados esperando la respuesta del rubio

-Claro que si Matt - ambos chicos se besaron ignorando las miradas acusadoras de las personas a su alrededor, ya nada importaba, ambos habían deseado esto y estaba ocurriendo justo ahora, ¿Por que no aprovechar el momento? Lo había deseado y ahora no lo quería, lo sentía innecesario, porque ahora estaba Frank, pero aún así lo intentaría.

Michael pensó en Frank, pensó en que aún había algo de amor dentro suyo, pero Iero era de esas personas que creen no importale a nadie o que solo piensan en ellos mismos. El morocho quería tener una relación estable pero con Frank era imposible, no después de lo de Gerard y menos si aquél enano lo estará confundiendo con su hermano a cada dos por tres. Tal vez sea tiempo en que piense en él mismo, mande todo a la mierda y sea feliz. Esa es la única forma de tener un lindo final, posiblemente.