Futboleras.

CAPÍTULO 2: EL VECINO.

CAPÍTULO 2: EL VECINO.

Voy arrastrándome malhumorada y abro la puerta bruscamente. Me encuentro con el semblante distraído del señor López, mi vecino.

-Cassandra, necesitamos que te quedes esta tarde con Elisa. Te puedo pagar ahora si quieres. Nos ha surgido un imprevisto y tenemos que irnos ya.- dice nervioso, tendiéndome un billete de cincuenta y otro de diez.

-Claro señor López. Cojo mis cosas y paso enseguida- murmuro cogiendo lo que me ofrece. Tomo mi móvil, mi cartera y mis inseparables auriculares y los meto a mi bolso rápidamente. Cierro la puerta con las llaves y llamo al timbre de mis vecinos.

-¡Elisa! ¡Soy yo!- oigo unos pasos y veo como se abre la puerta.

Una chica de quince años aparece en mi campo de visión. Sí, no habéis leído mal, tiene quince años, pero sus padres me pagan a mí, que tengo dieciséis para que la cuide. Muy lógico todo. Me mira con una sonrisa y me invita a pasar.

-¡Cassie! Ya te echaba de menos- podría decirse que Elisa es mi única amiga. Ella y yo somos como polos opuestos, pero nos llevamos de maravilla. Elisa o Eli como la suelo llamar, es muy abierta y sociable, le encanta el Rock y bandas como ACDC, Pink Floyd, Guns n Roses o Kiss, y por si fuera poco, es del Barça. Tenemos largas discusiones acerca de quién es mejor, si Messi o Cristiano, que siempre acaban en las mismas: las dos nos reímos a carcajadas y seguimos pensando lo mismo, yo que soy del Madrid pienso que el mejor es Cristiano y ella que lo es Messi.

-Y yo Eli. ¿Cómo es que tus padres se han ido tan rápido?

-Pues ni idea. Estaba escuchando música y cuando he salido de mi cuarto me he encontrado esta nota.- me tiende un papelito con una caligrafía atropellada y algo ilegible que reza lo siguiente:

"Elisa, hemos tenido que irnos. No nos esperes despierta. Cassandra pasará para cuidarte. Un beso."

-Bueno, ¿sabes qué significa esto? Tenemos toda la tarde para hacer lo que nos de la gana- apunto.

-Entonces ¿qué hacemos?

-Maratón de Los Juegos del Hambre- digo mientras paso a mi casa a por las películas. Mi loca vecina empieza a imitar la voz del Presidente Snow en el nuevo trailer: "Mi querida señorita Everdeen, creía que habíamos acordado no volver a mentirnos..."

Eli es la única persona que me hace sonreír y con la que puedo ser yo misma. Ella va a otro instituto y muchas veces le doy clases de matemáticas.

-Bueno, Eli pon palomitas en el microondas. Yo voy poniendo la peli.

-Ven anda que si no me aburro- suplica ella poniendo cara de perrito indefenso.

-Vale- acepto.

-Bueno ¿qué tal vas con tus pijas amiguitas?

-Pues digamos que no las odio, pero ojalá salgan elegidas para los próximos Juegos del Hambre- replico con ironía.

Elisa se ríe a carcajadas. Le he hablado de mi situación y cree que debería dejar de ir con ellas.

Pasamos una tarde muy divertida viendo las tres películas de mi saga preferida, llorando y riéndonos. A las diez terminamos de ver Sinsajo Parte 1 y llaman al timbre. Eli y yo nos miramos extrañadas. Sus padres siempre vuelven tarde. Nos acercamos las dos a la puerta y Eli que es muy bajita se pone de puntillas. Sus facciones adquieren un gesto de sorpresa y alegría contenidas. Abre la puerta y abraza a un chico que tendrá unos diecisiete años.

-¡Álvaro!- exclama emocionada- ¡Qué alegría verte!

-Hola, pequeña-susurra él.

¿Pequeña? ¿Será este el novio de Eli? La verdad es que no está mal...