IV

118 22 15
                                    

«Lo que no te mata, te hace desear haber muerto»

Introduzco tan rápido como me es posible con mis temblorosas manos la llave en la cerradura. 
Una vez terminadas las clases, el miedo ha ido en aumento ya que algo me está buscando y no creo que tenga buenas intenciones. ¿Cuándo ha tenido buenas intenciones un acosador psicópata?
Dentro me encuentro a Seth mirando la televisión tranquilamente. Siento que me hierve la sangre. Yo cagada de miedo por esto y, encima, él acosándome al leer mis mensajes, y él tranquilo, ¡viendo la televisión!
Casi corro hasta el sofá. Me lanzo encima de él inmovilizándole como puedo y le dedico mi mejor mirada de odio puro.

      —¿POR QUÉ TE CREES QUE PUEDES LEER MIS MENSAJES? 
Estoy presa de la rabia.
No contesta solo me mira, burlón, mientras sonríe. Hago fuerza en el agarre queriendo infringirle dolor para que desembuche.

     —Podría denunciarte, Firestorm, y no dudes que lo haré y te echaré de aquí como no me expliques lo de los mensajes, quiero una buena razón.

     —Te lo dije por mensaje, no veo porqué debería repetir mis palabras.

     —Bien. Ha finalizado el contrato de alquiler. Por lo tanto, debo pedirte que te marches, para siempre, de aquí.

     —Te pagué tres meses y no han pasado ni dos semanas.

    —Te devolveré el dinero, hasta el de la cama. Vete.

     —Mira, aún no puedo explicarte por qué es tan importante que leyera esos mensajes. Espérate a que llegue el momento.

   —Sí, claro. Para que elabores una excusa. Mira, Firestorm, lo que has hecho es un delito y me ha molestado mucho. Solo te estoy pidiendo que te marches para que no te denuncie, ¿tanto te cuesta hacerlo?

     —Sí. Como te dije, esa persona es muy peligrosa y no dudaría en hacerte daño para conseguir lo que quiere. No puedo explicarte bien las cosas pero te pido de verdad que me dejes quedarme aquí. »Además, me necesitas, sino no podrás pagar y deberás marcharte. Si te fuiste de donde estabas fue por algo, Nix.

      —Tampoco puedo saber cómo sabes quién es, ¿verdad?—pregunto algo rendida ya —. Quédate pero mantente lo más lejos de mí posible.

     —Te prometo que es por ti, por tu bien, Nix...

Paso de contestarle. Estoy confundida y enfadada por no añadir aterrada. Creo que ahora mismo me vendría bien dormir. Voy a encaminarme a la habitación cuando suena mi móvil de nuevo. Con las manos temblorosas por el miedo lo saco de mi bolsillo; en menos de un segundo Seth está a mi lado tratando de ver si es esa persona pero no.

Mike: Me apetece verte, ¿quieres que nos veamos hoy?

Sonrío dispuesta a aceptar, esa distracción también me sirve pero Seth me quita el móvil de las manos mirándome con cara de "no".

    —No saldrás con ningún chico... por... Tu seguridad—gruñe.

    —No seas exagerado. Si sabes quién es estoy segura de que no es Mike. Dame el móvil.

     —No. No saldrás con ningún chico.

     —Te recuerdo que estás pendiente de un hilo, no te aconsejaría que juegues con él, se puede romper.

    —Al menos déjame vigilar, por si acaso.

    —No entiendo porqué te importa mi seguridad así que no. Dame el móvil ya o YA se acaba el contrato.

Me da el móvil malhumorado marchándose a la habitación. Qué chico. Por fin podré contestar a Mike, tengo muchas ganas de verlo. Además, me hará distraerme y olvidaré la cosa del chico este que según Seth es tan peligroso.

ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora