IX

109 18 24
                                    

«Y no pienso mirar atrás, no voy a derramar una sola lágrima.»

Los poderes más que poderes son como una fuerza que debes sacar. Es mucho más fácil hacerlo con emociones intensas así que -el muy perro de - Seth me ha ayudado haciéndome enfadarme como ha podido.
Creo que ha usado todos y cada uno de los puntos débiles que tengo e incluso puede que haya creado más porque jamás había estado tan furiosa. Tengo ganas de pegarle un buen puñetazo pero eso no es lo que debo hacer así que trato de controlarme apretando los puños con la mirada fija en el lago. Controlo mi respiración para que sea más pausada y regular mientras veo una fina capa de hielo cubrir la superficie del lago. ¿Lo habré hecho yo? Presa de la emoción olvido completamente a Seth corriendo hasta el lago. Me agacho hasta quedar a treinta centímetros de él y deslizo el dedo esperando encontrar solo agua pero no. Es hielo. Hay hielo. Pego un puñetazo, el que reservaba de dar a Seth, para romper la capa y averiguar qué tan gorda es. Solo tiene unos dos decímetros, ni al centímetro llega pero me sirve. Esto es sorprendente. ¡Jamás me imaginé haciendo algo así!
Me levanto rápidamente para dar la noticia a Seth pero al mismo tiempo que me doy la vuelta unos brazos me rodean.

'Sabía que podrías, que valdría la pena' me dice.
Yo no le miro. Estoy demasiado ocupada tratando de comprender mis emociones. ¿Por qué el abrazo de Seth me resulta tan reconfortante? O peor aún, ¿por qué me hace sentir más eufórica?
Su dedo envuelve mi barbilla alzándola hacia él para que le mire. Nuestros rostros quedan a tan solo unos centímetros que no entiendo porqué me resultan tan tentadores. ¿Qué me pasa? Me saco de la cabeza esas ideas, es Seth. Mi irritante compañero de piso y, ahora, de cama.

'¿No me responderás? Debes estar súper feliz. Yo tarde semanas en hacer nada.'

'Es fantástico pero aún no domino nada' me quejo.

'Oh, vamos, Nix. Es el primer día, nadie consigue dominarlo el primer día' se burla.
Me zafo de su abrazo encarándolo
desafiante.

'Pues yo quiero ser la excepción que confirma la regla.'

Mi espíritu competitivo ha salido a la luz. Y Dios sabe que eso no es nada bueno.

Unas horas después domino perfectamente la congelación de objetos y no puedo estar más orgullosa de mí misma. Agotada, porque esto te consume como nada jamás lo habría hecho, pero muy orgullosa.
Doy una mirada altiva a Seth demostrándole que podía. Claro que podía. Cuando se me desafía hago lo que sea contar de demostrar que no es así. Él sacude la cabeza con media sonrisa, parece que él también está agotado. Prefiero sus sonrisas completas, las que demuestran su arrogante actitud. No sé la razón, quizá porque también demuestran su sello de identidad.

Volvemos a la cabaña con paso perezoso, agotados. Jamás habría pensado que enfadarse cansaba tanto pero al parecer sí lo hace. Quizá solo sea enfadarse y canalizar los poderes pero la cosa es que te deja agotado. Creo que no vencería ni a una ardilla con sobrepeso en una lucha. Me vencería a base de lanzarme bellotas con sus súper mofletitos hinchados. Okay, puede que esto además cree estupidez. Al entrar nos encontramos con un James que no pensaba ver en mi vida. ¡Está leyendo! ¡Sí, leyendo! No parece de los que leen pero en cambio parece muy enfrascado en la lectura. No disimulo mi asombro.

'¡James leyendo! ¡Uau! Mañana acabará el mundo!'

'Nix, Nix, Nix...' dice con falsa decepción '. Deberías recordar los años que tengo. Mi único entretenimiento ha sido la lectura.'

Buen punto. Pero jamás lo admitiré. Eso es cosa mía y mía se quedará. Creo que soy demasiado orgullosa... En fin.

'Perdone, faraón.'

ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora