V

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«Eres tan oscura, cariño, pero te quiero tanto.»

Llego tambaleándome a casa, estoy agotada. El turno se me ha hecho eterno y solo tengo una hora para dormir.
Entro a la habitación haciendo un ligero (en realidad mucho) ruido. Me encuentro a Seth en calzoncillos durmiendo echado sobre la cama de manera un tanto cómica.

     —¡UH! —exclamo sin querer.

Seth se remueve haciendo un quejido. Uy, puede que le haya despertado. Me muerdo el labio instintivamente cuando darse la vuelta veo su trastero. Está debajo de los calzoncillos pero, Dios, ¡qué culo! Me recrimino por mirarle, no hay que mirar eso mientras duerme al menos. Es demasiado acosador. Lo que debo hacer es irme a la cama. Mi cama.

   —¿Nix?

    —No, soy el violador que te observaba por la ventana. Practicaré contigo la sodomía hasta que te sangre el ano.

Abre los ojos. Como dudando de si soy yo o ese violador. Qué bobo. ¡Si no he cambiado ni la voz! Al verme sonríe ladinamente.

     —Pues eres igual que Nix...¿no tienes calor? —pregunta al verme con la cazadora puesta.

    —Siempre tengo frío. Es cosa de...

     —La piel. Yo siempre tengo calor—
Asiento.

     —Buenas noches, Firestorm.

I'm so happy
'Cause today I've found my friends.
They're in my head.
I'm so ugly but
That's OK 'cause so are you...

Se puede oír desde fuera de la casa. Me gusta Nirvana pero creo que Seth se pasa. Lleva media hora escuchando esa canción junto con You know you are right y estoy ya hasta el coño de las canciones. Si pusiera al menos un disco entero aún pero solo dos no. Bajo los escalones rápidamente, tengo muchas ganas de dejar de oírlo. Entonces me llega un mensaje. Esperando que sea alguna cosa buena y no ese maldito hombre raro de los mensajes aunque le haya bloqueado. Es otro número, no el de los mensajes.
Desconocido: Hi. I'm here.

No comprendo a qué se refiere ni quién es. Espero que no sea el hombre ese de nuevo, porque, si he comprendido bien, quiere decir que está aquí... Y espero que no sea en las escaleras. Continúo mi camino sin encontrar nada pero cuando estoy girando la esquina para bajar por fin al patio algo sale de entre las sombras empujándome. Me precipito por los últimos escalones sintiendo el horrible dolor de los bordes chocando contra mi cuerpo. Mi cara forma una mueca de dolor. Al llegar al primer escalón me levanto tan rápido como puedo buscando a mi agresor con la mirada. Viste todo de negro pero por suerte no tiene la cara tapada. Tiene la piel bronceada, y el cabello, contrastando, rubio muy claro. Sus ojos centellean azules. Tiene una mueca de pura maldad en la cara.

     —Sé quién eres —dice con un fuerte acento inglés —.  Si tú venir conmigo por las buenas todo ser mucho más fácil.

Niego con la cabeza trazando miles de planes sobre cómo escapar pero ninguno me parece suficiente bueno. Podría salir corriendo pero estoy segura de que me alcanzaría. Podría agredirle y correr en busca de Seth, él podría contra él, pero yo no. Así que al intentar pegarle y correr a subir él ya me habría dado una paliza. Podría gritar pero con la fuerte música que tiene puesta resultaría imposible que me oyese. Comienzo a rendirme cuando oigo una puerta abrirse.

   —Nix, ¿dónde está...?

  —¡SETH, AYUDA, EL HOMBRE DE LOS...! —no puedo terminar.
El hombre se ha movido rápidamente llegando hasta mí. Me ha tapado la boca ejerciendo una fuerte presión con su otra mano sobre mi hombro malherido. Suelto un quejido de dolor. Por suerte Seth ha bajado corriendo las escaleras sin hacer un mísero ruido. Está al pie de la escalera mirando muy mal al hombre.

ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora