CAPÍTULO 1

46 3 0
                                    

Lunes, primer día de instituto después de las vacaciones. Pero este primer día es muy diferente, me acabo de mudar a Londres y es muy complicado, ya que al hablar, mi acento suena algo raro.

-¡Amanda!- Oigo gritar a mi madre y empiezo a levantarme ya para irme al instituto.-¡Como llegues tarde en tu primer día vas a estar colocando tu todas las cajas!

Me voy preparando todo lo deprisa que puedo, es decir a paso de caracol. Me doy una ducha rápida me pongo unos pantalones vaqueros ajustados y una camiseta con flores que la manga me llega a los codos. Empiezo a peinarme pero mi madre retumba por toda la casa.

-¡Amanda Sparkel más te vale estar preparada cuando suba!- Oigo sus grandes pasos acercarse cada vez más y en cuanto me ve por el pasillo ya preparada se queda un rato observándome, frunce el ceño cuando me ve con la camisa.

-¿Piensas llevar eso para tu primer día?- Dice señalando la camisa.

-Si, y no te pongas a decir que me la cambie porque no me da tiempo.- Ella suspira y vamos al coche, arranca y me lleva al instituto, yo pienso que si llego a tiempo es un sueño. Pero me sorprendo al llegar y ser la primera en llegar. 

Me despedí de mi madre y entré en clase no había nadie sentado excepto un chico con el pelo rubio que estaba leyendo.

-Hola.- Me atrevo a decir, el chico me mira y me saluda con la mano, luego sigue leyendo su libro.-¿Dónde esta el resto de la clase?

Se hecha a reír y no entiendo porque a si que le miro con confusión.

- Es evidente que eres nueva.- Sonríe.- Me llamo Ryan y esta es el aula de convivencia.- Me sonrojo al oír que me he equivocado.- Tranquila les pasa a todos los nuevos.

-¿Sabes donde esta la clase de la Señorita Roberts? 

- Esta a lado izquierdo, más vale que entres la clase empieza en un minuto.- En ese momento quise preguntarle que hacía en el aula pero un profesor entra dentro.

-¿¡Qué haces aquí?! Se supone que tienes que estar en clase o ¿tu también has hecho algo con él?.

-No solo estaba buscando mi clase y entré en esta por error, lo siento en seguida me voy. - Giro a la izquierda y entro en la clase. La tutora aun no ha llegado, pero todos están sentados con los libros abiertos y en silencio.

 Al sentarme en la única silla que quedaba libre, la gente empieza a cuchichear y siento como si hablaran de mi. La chica que tenía al lado me dio un toque en el hombro.

-Hola.- Dice sonriendo.- Me llamo Skarlet eres la nueva ¿no? 

Asiento y me regala una sonrisa y  yo le regalo otra. Esta chica me cae muy bien. La profesora sigue sin venir y ya ha tocado el timbre. 

-Ya que la profesora no viene, ¿porque no hablamos un poco?- La puerta se abre y veo que es el profesor del aula de convivencia.

-Entra en clase y como te vea otra vez en mi despacho sin mi permiso te pondré un parte.- ¿Por eso le ha castigado? ¿Por ir a su despacho a esperarlo? seguro que le tiene manía.

Ryan entra en clase y se sienta a mi lado que también hay un sitio libre. Saca sus cosas y empieza a juguetear con un bolígrafo.

-Hola de nuevo.- Se queda mirándome, pero no responde.-Debe de ser muy cascarrabias ese profesor para que te castigue por esperar en su despacho.- Se ríe a carcajadas y me vuelve a mirar.

-Si que lo es pero se comporta así cuando se le cae el café encima.- Nos reímos los dos, ahora que lo pienso juraría que llevaba una mancha en los pantalones.

-Por cierto yo no te he dicho como me llamo, soy Amanda encantada.- Sonríe y sus hoyuelos se marcan más que antes.

Al fin viene un profesor suplente que nos explica que nuestra tutora a tenido un accidente de camino, y se la han tenido que llevar al hospital. Empezamos a presentarnos todos y lo hacemos con un juego que el profe lanza una bolita y quien la coja se presenta. Al fin cojo la bola, y no tengo pensado que decir.

-No seas tímida, que no comemos.- Dice el profesor al notar mi preocupación.

-Hola, me llamo Amanda Sparkel, tengo dieciséis años y me acabo de mudar a Londres, pero en realidad soy de Orlando. Florida.- La gente empieza a cuchichear sobre mi y yo noto como alguien susurra: <<¿Y en Florida se viste la gente así?>>. No puedo evitar darme la vuelta y fulminar con la mirada a esa persona.  Es una chica, su color de pelo es negro y lo lleva recogido en un moño, lleva un pircing en la nariz y los labios pintados de rojo intenso, además de que viste como una choni.

-Te recomiendo que no las mires pueden armar una buena.- Hago caso de Skarlet y dejo de mirarlas.

-¿Ya has ido con ellas a clase?-Digo después de lanzar la bola. 

-No, pero mi amiga si y por mirarlas mal acabo con un ojo morado porque la acorralaron toda su pandilla.- Me imagino que me pasa eso a mi y de momento me mantengo alejada.

-Pobre.- Suspiro y me doy cuenta que la choni ha cogido la pelota.

-Hola me llamo Molly, y... tengo 18 años y... - No paraba de hablar con el chicle en la boca.- no visto como una vieja.- Ella y su amiga se reían a todo pulmón, de repente tengo ganas de arrancarla los pelos, pero contengo mi fuerza y sigo firme en mi sitio.

-Ya Molly y ahora tira el chicle a la papelera y ponte a copiar cincuenta veces No debo comer chicle en clase y otras cincuenta diciendo: No debo insultar a mis compañeros sobre su aspecto.- Molly finge copiar las frases. 

Ryan también se presento y escuche que el tenía un año más que yo, pero no era por haber repetido, era porque el también se había mudado y no llego a terminar sus estudios, que al igual que yo era de Florida.

Al final toca el timbre y es hora de la clase de matemáticas.

 Primera hora: superada                                                                                                                                                                Segunda hora: allá vamos



Un Amor InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora