¡Cuidemos de Maki!

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Al día siguiente, las chicas de segundo y tercer grado estaban en la azotea esperando a las de primero. Pero sólo aparecieron Hanayo y Rin.

Nico: ¿Dó-dónde está Maki? - preguntó Nico asustada.

Hanayo: Parece que no ha podido venir porque se encuentra mal... Me llamó esta mañana para decírmelo y justificar su ausencia en clase. Aún así dice que traerá un parte médico para no causar problemas a la escuela... - su tono de voz era tan suave que se hacía casi inaudible.

Nico: ¿¡Parte médico!? ¿Qué le ocurre? - estaba muy exaltada. ¿A caso tan mal lo había pasado Maki sin decir nada? La expresión de todas las integrantes era bastante seria, esperando que Hanayo les dijese lo que sabía.

Hanayo retrocedió medio paso y empezó a negar con la cabeza mientras ponía las manos de frente a la altura del pecho, como si cogiese pose defensiva, probablemente asustada por la expresión de todas. - N-no, no es nada... Sólo qué, bueno, ya sabéis... Su familia trabaja en el hospital y por cualquier cosa ya la chequean... Además de que lo correcto sería traer un parte médico al colegio aunque sólo fuese un resfriado - agitaba sus manos como si hiciese un pequeño saludo preocupado, para quitarle peso al asunto - No debemos preocuparnos. Me ha dicho que en un par de días volverá a estar bien - concluyó sonriendo.

El suspiro de alivio que soltó Nico fue más que evidente. Aunque siempre andaban a regañadientes, Nico tenía un especial cariño a Maki, pues en ella veía como un pequeño espejo de sí misma.

Rápidamente Eli y Umi, quienes siempre tenían más determinación, trazaron un plan. Esa tarde iban a entrenar con normalidad y al terminar, irían a comprar algún dulce para Maki, y la visitarían todas juntas.

El entrenamiento fue bastante ligero pues todas notaban la ausencia de Maki. Cuando terminaron, fueron a asearse y no tardaron ni un segundo en ir dirección a la estación.

Nozomi: Chicas, conozco una buena pastelería poco antes de la estación. Creo que deberíamos comprarle una tarta ahí, así nos ahorramos tener que buscar por su zona.

Hanayo: Me parece bien. Además su casa es enorme y está rodeada de más así. Creo que no hay zonas comerciales cerca...

Aunque todas afirmaron, Nico no podía dejar de pensar que sería mucho más bonito hacer un dulce casero. Pero no iba a decir nada pues era evidente que no daba tiempo.

Llegaron a la pastelería y quedaron asombradas con la variedad que había. Algunos eran de colores claros y aspecto esponjoso, muchos brillaban, otroa tenían una capa de chocolate negro por encima que debía darle un perfecto toque amargo a los ingredientes que decían tener dentro. Y la decoración, ¡oh, la decoración! A las μ's les brillaban los ojos sólo de verlo.

Se dejaron aconsejar por Nozomi, que era quién conocía el lugar, y acabaron optando por un pastel de tamaño mediano hecho de bizchocho borracho con nata y aroma de cerezas, adornado también con algunas cerezas deshuesadas por encima.

Cuando llegaron a casa de Maki, su madre las atendió. No esperaban visita, pero las acompañó hasta el cuatro de Maki, dónde llamó a la puerta - Maki, han venido tus amigas a verte, voy a abrir - comentó.

Maki: Um... Vale... - dijo cansada.

Todas entraron en el cuarto y pusieron el pastel en una mesita baja que tenía a un lado. Empezaron a hacer muchas preguntas y comentarle cosas pero ella a penas decía nada.

Nico: Maki, a penas hablas, ¿es que te ha comido la lengua el gato? - intentaba mosquearla a ver si así hablaba.

Maki, que seguía en su cama, se tapó hasta la nariz. Estaba bastante rojiza, era evidente que tenía fiebre. Se quedó mirando con la vista un poco perdida a las chicas y se incorporó en la cama, tapándose con la manta - Es que tengo... Un poco de anginas... Y me cuesta hablar - dijo con una voz ronca y extraña, aunque sonriente.

Rin: Maki... ¡Te vas a poner bien! ¡Ya verás! ¡Ven a comer la tarta con nosotras! - realmente no gritaba pero la energía salía por todos los poros de su piel. Maki se río levemente y fue hacia la mesa. Se sentó al lado de Rin y Nozomi, en frente de Nico. Rin, alegre, se abalanzó sobre Maki abrazándola y esta disimuladamente intentó apartarse y le hizo unas caricias en la cabeza. Nico no pudo evitar apartar la mirada y morderse el labio inferior.

Pasaron las últimas horas de la tarde con Maki, comiendo la tarta, pero se hacía tarde y todas debían irse a casa. Ya casi todas estaban fuera del cuarto menos Rin y Nico, que ayudaban a Maki a volver a la cama. Rin se despidió con un saludo de soldado y salió brincando de la habitación.

Nico por un momento se había quedado a solas con Maki. Maki estaba muy roja pero Nico pensaba que sería por la fiebre. Esta se puso de rodillas al lado de su cama, cogió una de sus manos con ambas. Estaba fría. La miraba fijamente a los ojos. - Ponte bien, Maki - susurró. Ambas sonrieron con ternura y Maki asintió levemente.

Nico se incorporó y despacio soltó la mano de Maki. Agitó su mano levemente con un saludo y cerró la puerta al salir.

Las 8 integrantes que venían de visita se fueron cada una a su casa, y Maki, mientras tanto, sonreía como una tonta en su cama, mirándose la mano.

Best Idol: Nico, the Magical Girl!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora