Capítulo 33

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Siempre he pensado que, cuando hablas mucho de alguien, esa persona siente que están hablando de ella. Bueno, creo que eso está pasando ahora...

Mi padre y yo nos paramos delante de mi mamá. Se le ve bastante cambiada. ¿Qué tanto puede cambiar alguien en casi dos meses?

¿Será que le ocurre algo? ¿Será por mi culpa?


Han pasado quince minutos en silencio desde que mi mamá entró a la sala y se sentó. Ha analizado cada pequeña foto colocada en los muebles. No logro descifrar su expresión.

Desvío mi mirada y cruzo los brazos. Tengo demasiados sentimientos encontrados. Tengo miedo, pero a la vez ira.

- Tu casa es muy bonita, Richard - halaga, después del silencio incómodo.

- Gracias - responde, sin mirarla.

- ¿Es tu nueva familia?

- Sí.

- Ya veo...

- ¿Por qué estás aquí? - pregunta. Mi mamá lo mira.

- Vine a ver a Scott.

- ¿Para qué?

- Para llevarlo de vuelta a casa.

- Scott ya es mayor de edad. Es libre de elegir dónde quiere estar.

- ¿Viniste con Mitch? - me interroga. Sigo sin mirarla - ¡Responde! - grita, se levanta de golpe.

- ¡Cálmate! - defiende mi papá.

- Tú no te metas. ¿Cómo es posible que vengas a buscar a alguien que no ha sido parte de tu vida? Me has dejado completamente sola para venir a buscar a este tipo que no merece ser llamado padre.

- Claro, y tú te llevas el premio a la mejor madre, ¿no?

- Te dije que no te met...

- ¡Cállense! - grito.

Me miran fijamente. Mi papá baja la cabeza. Mi mamá se cruza de brazos y frunce el ceño.

- Papá, se te hace tarde, tienes que ir a trabajar.

- Scott...

- Yo me encargo.

- Está bien - me abraza - Llámame cualquier cosa.

- Sí.

Mis padres intercambian una larga mirada. Se siente la tensión en el aire.

Mi papá abandona la sala. Y nos quedamos solos, después de tanto tiempo.

- No me respondiste. ¿Viniste con Mitch?

- Sí, vine con él - vuelvo a cruzar los brazos.

- ¿No estaba enfermo?

- Lo está.

- Aparte de homosexual, enfermo. Vaya, qué horrible vida.

Calma, Scott. No hagas nada de lo que te puedas arrepentir luego...

- Espera... ¿Qué es ese anillo?

Bajo la mirada y me fijo en el anillo de compromiso.

- ¿Estás comprometido? ¿Con él?

- Sí - susurro -. Nos comprometimos hace poco...

- Mira menudo maricón que te has vuelto - susurra.

- ¿Perdón?

- Ya me escuchaste. Eres exactamente igual al chupapollas de tu padre.

No puedo...

Prometo no olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora