Capítulo 5

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Llego a casa, son aproximadamente las 9:15.

Mi mamá se pone de pie con la típica mirada de "me estaba preocupando", sumada con "ya te jodiste, niño". Sus amigas me miran por dos segundos antes de volver a lo suyo.

Mi mamá sonríe y me lleva a la cocina.

-¿Dónde andabas? ¿Con Mitch?

-No, estaba en la biblioteca.

-¿Tú? -se ríe-. Sí, claro.

-Fui a buscar unos libros de música -miento.

-Ya veo -camino hacia la despensa-. Por cierto, mañana no hagas planes.

-¿Por? -saco un paquete de galletas.

-Mi amiga Mary me dijo que su hija está interesada en ti -se le escapa una risa.

-¿La hija de tu amiga no es la bizca que tiene la espalda como el jorobado de Notre Dame?

-¡Scott! -me da un golpe en el brazo-. Está muy bonita ahora. ¿Por qué no se reencuentran?

-Paso, no estoy interesado -sentencio y cojo un vaso-. Además, tengo clases mañana.

-Pero esto es en la mañana - insiste.

-Mamá -sirvo leche-. Este no es un país en el que arreglan bodas y eso. No estoy interesado -repito-. Por favor, respeta eso.

-No exageres, es solo una reunión. Además, soy tu madre y tengo derecho a obligarte.

-Sí, sí

Subo a mi habitación. Dejo la comida en el escritorio y saco los libros de la mochila. Bien, comencemos.

Empiezo a ojear uno de los libros. Solo conseguí dos. Quiero saber qué hacer para ayudar a Mitch, no me gustaría dejarlo solo en momentos así. Tengo miedo de acompañarlo.

Es decir, nunca he tenido un amigo. Siempre he sido muy reservado con todo. No me gusta ir de fiesta, ni ir de viaje, ni hablar con gente que no conozco. El contacto con la gente me hostiga, me hace sentir incómodo. Y es realmente porque no hay nadie que haya valido la pena para considerar realmente un "amigo".

Pero Mitch es diferente. Ha tenido gestos muy amables conmigo, y por eso siento que él si vale la pena.

Encuentro algo. Etapa leve. Temprano en la enfermedad, las personas con Alzheimer tienden a ser menos enérgicas y espontáneas.

Sí, creo que sí.

Muestran pérdida mínima de la memoria y cambios de humor y son lentos para aprender y reaccionar.

No sé si considerar lo del viernes pasado como cambio de humor...

Ellos se hacen aislados, evitan la gente y nuevos lugares y prefieren lo familiar.

Se aísla. Sí, se ha alejado un poco de mis compañeros. Pero no de mí.

Los individuos se confunden, tienen dificultades para la organización y planificación, se pierden fácilmente y ejercen un pobre juicio.

Se pierden fácilmente.

Cielos... Esto va a ser muy difícil, sobretodo para Mitch.

Sigo leyendo. Me detengo en una sección. "Etapa grave". Me da miedo ver el final. No quiero.

Suena mi celular. Un mensaje.

"¿Llegaste bien a tu casa? :)".

Suspiro. Cierro el libro, no me siento listo para leerlo.

"Llegué bien, gracias".

Me preparo para dormir. Suena mi celular.

"Me alegro. Te veo mañana, Scott. Sueña bonito".

***

Mi madre toca la puerta. Veo el reloj, son apenas las 9:00.

Mierda.

-¡¿Qué quieres?! -grito desde la cama. Entra.

-Scott, cámbiate, debemos salir.

-¿A dónde? -me subo los ojos-. Por favor, no me digas que sigues con eso de la hija de tu amiga.

-Tú solo cámbiate.

-Bueno -acepto a regañadientes.

Me doy una ducha rápida y salgo. Camiseta azul, zapatillas negras y jeans negros. Bajo. Mi mamá está parada en la escalera.

-Ya estoy -reniego.

-Vamos -sonríe.

Subimos al auto. Llegamos a un restaurante llamado Happy Crepes. Bajamos. Mi mamá entra y hace como si estuviera buscando a alguien. Luego sonríe y me hace señas para seguirla. Caminamos y llegamos a una mesa. En ella está Mary, la amiga de mi mamá, y su hija.

Ok, mi mamá no respeta mis decisiones, ahora tiene que arreglarme una cita. Bueno, al menos ya no es jorobada.

-Scotty -saluda la señora. Su hija me sonríe coquetamente.

-Buenos días -saludo antes de sentarme.

Mi mamá me obliga a sentarme al lado de la hija de su amiga.

-¿Recuerdas a Clarisse? -señala a su hija. Se acomoda el cabello.

-Ah, hola -respondo. Realmente no me interesa.

-Veo que has cambiado -susurra con voz "sexy".

-Veo que tú también. Ya no tienes la jor... -mi mamá me interrumpe, pateándome por debajo de la mesa.

-¿Qué van a pedir? -la señora Mary me mira.

-Huevos con tocino y waffles -aseguro, después de ver el menú.

-Un yogurt griego con semillas de chia -pide Clarisse mientras juega con su cabello. Me dedica una mirada y pestañea. Pestañea mucho.

-Parece que te estás cuidando, Clari.

-Sí, señito -sonríe. El labio superior se le arruga, supongo que es por tanto maquillaje-. Oye, Scott, ¿qué estás haciendo ahora?

-Estoy sentado aquí, ¿no ves?

-Scott -resondra mi madre.

-Estudio música.

-Oh, eso es genial -sonríe.

Llega la comida. Empiezo a comer. Clarisse come despacio, me estresa un poco.

Cojo mi celular por debajo de la mesa. Le escribo a Mitch.

"Mi mamá me ha traído a una cita con la hija de su mejor amiga".

Enseguida me responde.

"¿Está buena?".

"Al menos la comida".

"LOL".

Sonrío.

"Yo estoy echado en cama mientras tú tienes al frente a una buena... comida".

"Si quieres cambiamos de lugar".

"Paso. Prefiero morir de hambre".

Río. Mi mamá me da un codazo.

-Hablo con Mitch.

-Estamos desayunando, guarda el teléfono.

"Debo guardar el cel. Te veo en clase".

"Disfruta tu comida. En cuanto a la cita... Bueno... Disfruta tu comida".

Me río y guardo el celular.

Prometo no olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora