PARTE 2

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WingzemonX

MI NOVIA, TOMOYO

Parte 2

Tomoyo sigue durmiendo profundamente; creo que en verdad está exhausta. Yo también lo estoy, pero no soy capaz de dormir, ni siquiera de cerrar los ojos. No es como en otras ocasiones en las que tengo el pendiente de que mi hermano, mi padre o Kero lleguen en cualquier momento; en esta ocasión podría dormir tranquilamente hasta el día siguiente, y todo estaría bien. Pero no puedo.

Es tan extraño; me encuentro viendo fijamente el techo mi propio cuarto entre toda la oscuridad, como lo he hecho tantas veces antes de igual forma, pero aun así... En estos momentos lo veo algo diferente a como siempre. ¿Pero qué cambió?, nada en lo absoluto. La lámpara es la misma, también el color. Incluso esa pequeña rajada que se había marcado justo sobre mi cama, lleva ya largo rato ahí. No, el techo no es el que cambió, sino los ojos que lo están viendo, o más bien la chica que es dueña de esos ojos...

Son tantas las emociones e ideas me cruzan en la cabeza en estos momentos. Sigo pensando en todas ellas, y recordando... recordando todo lo que he vivido a lado de esta persona, y me ha conducido hasta este momento y lugar preciso. Desvío la mirada del techo hacia mi diestra; Tomoyo está recostada sobre su costado, con su rostro plácido sobre la almohada, sonriendo levemente mientras sueña. Mi sabana y cobertor sólo la cubren de la mitad del torso hacia abajo, lo que deja una parte considerable de su delicada piel blanca alumbrada por la tenue luz de la lámpara encendida de mi buró. Podría verla por siempre dormir; es como una delicada muñeca de porcelana. Su cuerpo desnudo es hermoso; su rostro, sus curvas, sus pechos relativamente grandes y redondos, sus caderas anchas, sus piernas largas... Al principio me preguntaba como una chica podía admirar, e incluso sentirse atraída de esta forma por el cuerpo de otra, pero lo fui aprendiendo poco a poco... Aunque no por la buena, ya que como he dicho, los contactos físicos fueron mis mayores obstáculos cuando empezamos nuestra relación.

Aún después de habernos dado nuestro primer... segundo... y creo que también tercer beso en una misma tarde, los besos en general siguieron siendo un poco problemáticos para mí. Pero al igual que con tomarnos de la mano, todo fue cuestión de irme acostumbrando, y empezar a disfrutarlos también. Y una vez que eso ocurrió, me sentía mucho más relajada y tranquila. Podría decir que una vez superado eso, empecé a pasar por los momentos más felices y tranquilos de mi relación con Tomoyo. No teníamos ningún problema, nos llevábamos muy bien, incluso mucho mejor que antes, y no había nada de complicaciones de las cuáles preocuparse. Bueno, aunque un poco después ocurrió el incidente de los besos de lengua, y los besos en el cuello... Pero esos no son tan importante como para contarlo... ¿O sí?

Lo que pasó con los besos en el cuello y los besos de lengua, es que fueron las puertas a una serie de cosas que me eran completamente inesperadas. Tomarnos de la mano y los besos, para eso estaba preparada, y a menor o mayor medida sabía que vendrían tarde o temprano... Pero lo demás, no precisamente. No me malentiendan; la gente tiende a pensar que soy en exceso inocente y distraída con ese tipo de cosas... Y la verdad lo soy... Tal vez demasiado... Pero no era una niña; sabía muy bien que las parejas hacían más cosas que tomarse de la mano y besarse, cosas más... atrevidas; pero nunca caí en cuenta de que ese también tendría que ser mi caso, de que eso también se me aplicaría, hasta que se me fueron presentando ante mí de pronto. ¿Suena raro? Bueno, tal vez lo sea un poco...

Un día, ambas nos encontrábamos en medio de un beso, algo más apasionado y profundo que de costumbre, reunidas a solas detrás de del edificio de los salones. De pronto, sentí como Tomoyo se separaba, y entonces... bajaba... Más allá de mi mentón, hasta llegar a mi cuello, dándole un delicado beso en mi costado derecho de la nada, sin siquiera avisarme. Me quedé helada; realmente me tomó por sorpresa que lo hiciera. Y no se detuvo con uno, sino que siguió con otro, y con otro; hundió por completo su rostro contra mi cuello, y lo empezó a besar lentamente, pero de manera continua sin descanso. Sentía sus labios rozando de esa forma mi piel, su respiración cálida, y el aroma de su cabello muy cerca de mi rostro. Se sentía extraño. Recuerdo que sentí como mi piel se erizaba, y un par de pequeños suspiros surgieron de mis labios.

[Card Captor Sakura] Mi Novia, TomoyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora