Red de mentiras [Shawn Mendes] (Pausada)

Capitulo 6

Otra vez aquella maldita pesadilla, odiaba tener estas épocas, cuando me obsesionaba algún tema mi cabeza no dejaba de funcionar ni si quiera cuando estaba durmiendo, el descubrimiento de aquella casa y las cosas que me había traído conmigo de ella hacían que tuviera una mínima posibilidad de saber que pasó con mis padres porque lo único que tengo por seguro de este tema es que no murieron por casualidad.

Hoy había llegado un poco antes de la universidad por lo que comí un poco y me acosté, la alarma sonó a las 3:45 y me desperté, había quedado con Shawn cosa que no me apetecía para nada, me repase un poco el maquillaje, me puse ropa un poco más cómoda cogí a Peluso (mi gato) y a las 4:00 estaba en la puerta de mi residencia y para mi sorpresa a los pocos segundos un pitido irrumpió en mis oídos haciéndome saber que Shawn no se retrasaba.

-Buenas tardes, pensaba que te ibas a retrasar- Dije abriendo la puerta de su coche.

-Ese bicho no entra en mi coche- Dijo refiriéndose a Peluso y con cara de mala leche.

- Este bicho no es un bicho, es un gato y se llama Peluso y si, si entra en tu coche, no lo puedo dejar en la residencia.- Termine de acomodarme en el asiento y cerré la puerta.- ¿A qué esperas? Arranca.

- ¿No te han dicho nunca que eres muy mandona?.- Dijo arrancando el coche, me había salido con la mía.

- ¿No te han dicho nunca que eres un borde?

El coche se quedó en silencio, yo me centré en jugar con Peluso mientras Shawn conducía lejos de la residencia, tardamos aproximadamente media hora en llegar.

- ¿Aquí vives tu?.- Dije con los ojos como platos cuando aparcó en la puerta de una de las casas de la urbanización más lujosa que había en la ciudad.

- No, te he traído aquí para colarnos en casa de un extraño para hacer tu puto trabajo.

- Con un "si" me valía.- Le dije rodando los ojos.

Entramos en su casa y me dirigió hacia el salón.

- Quédate aquí y no te muevas, ni se te ocurra soltar al bicho ese.- Me avisó con cara intimidante.- Voy a subir a por el ordenador, no tardo.

En cuanto lo vi desaparecer por las escaleras solté a Peluso y me puse a mirar las cosas que tenía de decoración, estanterías repletas de libros, algunas armas con pinta de ser de colección... Pero ni una fotografía, lo escuche hablar con alguien y poco después estaba bajando las escaleras.

- MIERDA! No te he dicho que no suelte al puto gato?.

Me asomé por la puerta que daba al salón y lo vi sacudiendo su zapatilla, Peluso se había hecho pis justo al acabar las escaleras.

- Yo... Lo siento, donde tienes lo de la limpieza, yo lo limpio.- Me puse roja de la vergüenza

- Déjalo ya has hecho bastante, ve al salón y enciende el ordenador, ¿serás capaz de hacerme caso?

- ¡Tampoco hace falta que me trates así joder!.- Le dije bastante irritada, le quite el laptop de las manos y me fui al salón. 

- No eres nadie para que te trate mejor. 

- Mira chico, tenemos que hacer el trabajo, quieras, o no, así que o poner de tu parte o la vamos a tener, me tengo que ir pronto porque tengo horarios así que o eres amable y te comportas o... - Una voz me cortó en ese momento. 

- No me habías dicho que tenía tanto carácter la chica Shawn.- apareció por el salón un chico alto y rubio con los ojos azules y en piercing en el labio inferior que le daba un toque muy sexy.