Eran las 11 de la mañana, me sentía cansada pero extrañamente feliz.
- Estoy segura de que besaba bien...
- Deberíamos despertarla y preguntarle - escucho decir a Liz y Emma quienes repentinamente decidieron madrugar luego de una intensa noche de baile.
- Besar no es lo único que hace bien - dije sin abrir mis ojos sorprendiendo a ambas.
- ¡Cuéntanos todo! desaparecieron y anoche no quisiste contarnos nada.
- No me sorprendería si no te acuerdas...
- Me acuerdo perfectamente de todo, idiota - dije riéndome y sentándome para poder ver a las chicas que dormían en un colchón al lado de mi cama.
- No lo besé, ustedes saben que no ando por ahí atacando a cualquier chico que se me ponga en frente...
- ¿¡Es una broma!? Ginger ese chico estaba hecho para ti - dijo Emma sin poder creerlo.
- Ustedes lo conocen menos que yo, ¿como podrían saberlo? - dije riéndo.
- Era cosa de ver como se miraban- dijo Liz casi sin emoción mientras se restregába los ojos.
- Y como bailaban... los vi muy cariñosos bailando no puedes negarlo - interrumpió Emma
No sabía que responder así que volví a hacerme la dormida. La verdad es que si reconozco que Cooper es diferente, pero no lo sé, no quiero complicar más mi vida.
Pasé el resto del día con mamá, almorzamos juntas y fuimos al cine, pasar tiempo con mamá siempre me hace sentir que todo está bien. Al salir del cine tenía un mensaje de texto de papá
"Pasé a casa y no estabas ahí, te extraño, ¿crees que podamos almorzar juntos esta semana?"
Hace tres semanas que no lo veo ya pesar de todo es mi papá así que decidí contestarle en seguida.
"Lunes a las 14:00 en el café de siempre, ¿qué te parece?"
"perfecto."
A mis veinte años puedo decir orgullosamente que he superado el hecho de que mi papá no haya estado siempre conmigo, ha hecho de mi y mi mamá mujeres más fuertes e independientes aunque también me enseñó a no esperar nada de nadie, así es más difícil desilucionarse y salir herida.
Llegamos a casa y me quedé dormida, desperté a las 2:00 am desorientada, me puse el pijama y revisé mi teléfono antes de volver a la cama, mi teléfono siempre recibe muchas notificaciones pero había una que llamó mi atención, un mensaje de un número desconocido
"Me gustaría que nos vieramos otra vez, Gin, ¿qué opinas?
C xx"