No había mucho qué hacer o qué decir así que sólo lo abracé y dije lo que se supone que debes decir en una situación como esta y una vez que se tranquilizó volví a mi casa.
Poner un pie en mi habitación fue suficiente, lágrimas explosivas salían de mis ojos, no me quedaban enegías para nada, solo para llorar, me recosté en mi cama, mi pieza completamente oscura. Sentí que mamá tocó un par de veces la puerta pero me hice la dormida, no sabía que decirle, no quería que viera a su hija con el corazón así de roto. Perdí la noción de tiempo y me quedé dormida.
Desperté al día siguiente, aún tenía puesto el sweater de Cooper, las mangas aún enrolladas como él las había dejado. Encontré a un chico maravilloso, que se preocupa por mi, que probablemente esté resfriado en este minuto por haberme pasado su sweater ayer y estoy aquí, aún con su ropa, llorando por un tipo, que sabiendo lo que siento por él me llama para decirme que dejó embarazada a una chica a la que ni siquiera ama.
O mi corazón es estupidamente masoquista o simplemente perdió la razón.
Tomé mi celular para ver la hora, las 12 pm, ¡Mierda mi clase empezó a las 10:30! tenía un par de llamadas perdidas de Emma y un mensaje de mamá
"Espero que estés bien, pollito. Te dejé almuerzo en la lonchera x"
Salté de mi cama, me cambié de ropa, sin bañarme, y salí, la ducha tendrá que esperar hasta que vuelva a casa.
Llegué a la universidad justo para mi segunda clase del día
- ¿Dónde estabas? tú nunca te pierdes éste ramo. -Emma sabe que ese es el único ramo que realmente disfruto, sabe que algo debe haber pasado.
- Larga historia - dije mientras me ponía el delantal para laboratorio.
- ¿Tan larga como tus ojeras?
- ¿Por qué sigo juntándome contigo? - dije sonriendo por primera en lo que se sintió como años.
Estuvimos en el laboratorio cerca de una hora, cuando salimos revisé mi teléfono con la esperanza de tener un mensaje de Matty diciéndo que todo fue una broma. Por el contrario tenía un mensaje de Cooper diciéndome que pasaría a buscarme a la universidad, lo mandó hace cuarenta minutos así que ya debe estar aquí.
Llegamos a su casa, era hermosa, muy acogedora, estábamos solo nosotros y su hermana mayor estudiando en el piso de arriba.
- ¿Qué canción vas a tocar para mi?
- ¿Quieres que lo haga enseguida? - dijo mientras revolvía su ya desordenado cabello.
- Si por favor - usé mi cara de ternura, nadie puede decir que no a mi cara de ternura.
- Dame un segundo.
Subió rápidamente a su habitación y volvió con su guitarra. Estaba a punto de comenzar cuando su hermana apareció detrás de él.
- Hola, linda, soy Jules, tú debes ser Gin, ¿cierto?
- Hola, si soy Ginger, mucho gusto - No sé que especie de genes tienen en esta familia pero Jules es sin duda la chica más cool que he visto en mi vida, al igual que Cooper es tan segura de si misma, con una actitud relajada y ese toque misterioso en su mirada.
- C, mamá está al teléfono y necesita hablar contigo - dijo sentándose a mi lado
- Estamos ocupados, Jules...
- Dijo que era algo sobre Joel - interrumpió su hermana
- ¿Qué?, vengo en seguida, Gin - me pasó su guitarra y miró fijo a Jules - No hagas ni digas nada que me averguence, sé donde vives - dijo justo antes de volver a subir las escaleras corriendo.
- No le digas que dije esto pero es un buen chico, sabes, es mi deber como hermana mayor tratarlo como a un perdedor pero la verdad es que es bastante especial... en el buen sentido de la palabra, creo que lo querría aunque no fuera mi obligación, es decentemente bueno - sonaba como algo que no dice a menudo pero su tono me hizo sentir que realmente sentía lo que me estaba contando.
- Estamos recién conociéndonos pero también me doy cuenta de que es alguien especial - la verdad no sabía que decir.
- Espero que Joel tenga buenas noticias - dijo mientras tomaba una pieza de sushi y la untaba en soya.
- ¿Quién es Joel?
- Oh ¿no te ha contado?
- Okay, Gin, es hora de que escuches a esta estrella de rock - Cooper sonaba mucho más seguro que la última vez que hablamos de su música. - Jules lo siento pero esto es una cita y no queremos que te comas nuestro sushi.
- Volveré a estudiar, perdedor, no te preocupes. Adión Gin - sonrió - es muy linda, no lo arruines - golpeó la espalda de Cooper y volvió a dejarnos solos.
Había algo distinto en la actitud de Cooper pero no pude decifrar qué pasaba.
Justo cuando pensé en preguntarle qué era lo que no me había contado comenzó a tocar, cerró lo ojos y empezó a cantar. Juro que en ese momento sólo fui capaz de escuchar el sonido de su voz, tan llena de sentimientos, era casi tan grave como su voz al hablar, bastante ronca y con un toque de "todo está bien" en cada nota.
Estaba completamente perdida en él, en su voz, en sus movimientos, en sus manos... cuando abrió los ojos y miró directo a mis ojos, me sonrojé, podía sentir la sangre yendo a mis mejillas, su mirada era tan intensa y su voz tan cautivadora que no pude seguir mirándolo, miré al suelo, avergonzada no sé de que.
Cooper se levantó antes de cantar el último coro, movía sus piernas al compás de la música, no esperaba ésta reacción en mi, me dejé llevar por la música y el momento y mientras el dejaba su guitarra en el suelo me acerqué a él y antes de que alguno de los dos se arrepintiera puse mis labios sobre los de él. Rápidamente, tomó mi cara con una de sus manos y supe que tomé la decisión correcta, la sensación de su pelo enredandose en mis dedos no tenía precio. Lentamente me alejé de su cara, abrí los ojos y vi su hermosa sonrisa a solo un par de milimetros de mi cara.
- Así que ¿te gustó la canción? - volvió a acercar sus labios a los mios dándome un corto beso antes de mover sus manos a mi cintura.
- ¿Necesitas que te lo confirme? - no lo dejé responder y volví a besarlo. Sus labios y los mios sincronizaban perfectamente.