Hoy me gustaría compartir contigo algo que aprendí del pastor John Bevere:
Mientras que nuestro fundamento está basado en Jesús, nosotros somos los que construimos con "con oro, plata, piedras preciosas, madera, paja o caña" 1 Corintios 3.12 (TLA).
Por eso es muy importante qué ponemos sobre el fundamento, porque tú eres el templo que Dios está queriendo construir y el cual ha elegido para ser su lugar de habitación.
1 Pedro 2.4 dice que tú eres una piedra viva "que Dios está usando para construir un templo espiritual. Así que acérquense al Señor, pues él es la piedra viva que la gente despreció, pero que Dios eligió como la piedra más valiosa".
Así que la pregunta es ¿Cómo estás edificando tu templo? ¿Qué materiales estás usando? ¿Son de primera calidad, duraderos, o sabes que de aquí a 2 o 3 años tendrás que ocuparte de arreglarlo?
Al hablar sobre esto me acuerdo de la conocida historia de los tres cerditos: uno construyó con paja, el otro con madera y el tercero con ladrillo, material resistente. Vino el lobo a soplar y las dos primeras casas se cayeron. La casa que resistió fue la construida con material resistente a "los vientos" del lobo.
Pablo les recordaba a los corintios: "Apolo y yo somos servidores de Dios, y ustedes son como un campo de trigo, como un edificio construido por Dios, del cual Dios es el dueño. Dios, por su bondad, me permitió actuar como si yo fuera el arquitecto de ese edificio. Y yo, como buen arquitecto, puse una base firme: les di la buena noticia de Jesucristo.
Luego, otros construyeron sobre esa base. Pero cada uno debe tener cuidado de la manera en que construye, porque nadie puede poner una base distinta de la que ya está puesta, y esa base es Jesucristo". 1 Corintios 3:9-11 (TLA)
Fíjate con mucho cuidado cómo edificas tu templo. Que sean enseñanzas bíblicas y de acuerdo al evangelio de Cristo.