Capitulo 4: El niño y el zorro.

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Ya había pasado un par de semana de lo que había ocurrido antes, estaba decidido a que si Hotaru se quería quedar con el necesitaba un entrenamiento que le mantuviese a salvo o al menos pudiese defenderse y regresar al lugar que lo mantuviese a salvo por lo que esas semanas no serian en vano, entrenándolo arduamente con el fin de mantener a salvo a este, no deseaba que volviese a pasar lo anterior ademas quien le afirmaba que ese tal enmascarado los estaría salvando todas las veces.

Aunque podía percatarse de el, pues este se aparecía de vez en cuando en donde ellos entrenaban poniendo en alerta al mismo albino al igual que nervioso, no le agradaba el hecho de que alguien los vigilara todo ese tiempo y que ademas solo se quedara ahí observándolos. Quien podía asegurarle que el realmente venia en son de ayudarlos y no en son de cazar y terminar con la vida del zorro y la del menor por lo que cuando estaban en la cueva le enseñaba otros entrenamientos diferentes con el fin de que este lo usara cuando era realmente necesario.

-Hemos terminado el entrenamiento de hoy, Hotaru es hora de regresar a casa...-

-Si maestro!...-

El niño se veía mas alegre ademas que en esas par de semanas podía darse cuenta que había crecido un poco y que su fortaleza había cambiado, ahora se veía mas fuerte pues el mismo podía ir al nivel de velocidad medio del del zorro y eso era bueno cuando se trataba de evadir algún ataque. Podía correr con una velocidad normal  que el niño le siguiese con tranquilidad, de verdad había un cambio, había usado el mismo entrenamiento de los cazadores con un toque de Maya para ponerle mas en forma. 

Había un cambio en el menor que le mantenía mas tranquilo.

-Maya-sensei...mañana seguirá el entrenamiento?...-

-Ya no habrá mas entrenamiento, mañana sera el día que por fin puedas pelear contra mi...-

-Contra usted?...p-pero...-

-Solo es una batalla, no es como si fuera algo malo...tal vez tengas que pelear contra mi alguna vez o contra otro híbrido como yo, este ultimo entrenamiento te mantendrá a salvo...contra alguien mas...-

-Entonces, esta bien...mañana haré mi mejor esfuerzo...-

-Eso espero...-

El albino sonreía acariciando a la vez los finos cabellos del otro cuando se detuvieron frente a la cueva para así entrar ambos con tranquilidad a esta, a pesar de los meses parecía ser que los humanos no cruzaban cierta zona por lo que aun estaban a salvo en esa cueva o eso es lo que creía, aun así anteriormente había explorado el lugar para buscar lugares donde vivir y mantenerse a salvo.

Dentro de aquel lugar el albino empezó a preparar la cena mientras el menor solo se daba una ducha con trapo, cuando estuvo limpio salio con nueva ropa sonriendo se acerco a su sensei, ahora así era llamado por este y no era como si le molestase, mejor dicho era lo único que le quedaba pues por mas veces que le decía que no fuera llamado así el otro se negaba, se había vuelto rebelde ante unas cosas. Sonriendo suavemente viéndole de reojo con una suave sonrisa le ofrecía de comer con una suave sonrisa para así acariciarlo con una larga sonrisa amable como siempre y tratando le como siempre con cariño.

Estaba tan acostumbrado a el dándole cariño con siempre y cuando podía verle con una suave sonrisa amplia, de verdad le gustaba estaré con el y ya lo había tomado el cariño necesario para tratarle como hijo aunque no lo fuese, suspirando con una sonrisa hablaba con el aunque en sus pensamientos estaba tan metido que no recordaba lo que pasaba estaba tan tranquilo con el alado, era como si realmente tuviese una familia, hasta esa palabra le hacia sentir agradable.

-Aun quieres mas?...-

-Si, muerdo de hambre...sensei prepara bien la comida...quisiera aprender a cocinar...-

Shiro kitsune no jumonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora