Capítulo 8: Un encuentro inesperado

82 7 5
                                    

El amanecer del día siguiente se sintió más largo de lo normal, el mismo zorro podía sentir como si hubiese dormido más de lo normal. Al abrir sus párpados lo primero que noto fue que el menor ya no se encontraba con el lo que de cierto modo le hizo entristecer aún más, suspirando se levantó lentamente viendo las cobijas dobladas perfectamente donde había estado durmiendo el menor, pero lo que más le sorprendió fue el hecho que había un desayuno de frutas en un pequeño plato de madera lo que le hizo sonreír suavemente limpiando las pocas lágrimas para luego acercarse y tomó este dejándolo serca de su cama para así primero lavar su rostro y así luego pasar a comer, se sentía feliz de cierto modo aunque el menor prácticamente le ignorase parecía ser que deseaba por el momento estar solo y no era como si pudiese evitarlo de cierto modo el chico estaba determinados estar solo. Quizás era ya la madurez, era lo que en ese momento estaba pensando cosa que no le agradaba del todo pero a la vez le hacia sentir más tranquilo. Saber que el sólo quería hacerse fuerte por si mismo era un poco preocupante pero a la vez estaba bien.

Poco a poco fue acabando con la comida y una vez así debía, hacer algo después de todo se imaginaba que el chico regresaría herido por lo que después de ir a ducharse iría a buscar plantas medicinales no deseaba del todo dejarlo a su suerte, quería protegerle aún si el no le deseaba. Fue primero a ir a ducharse donde siempre después de todo era el lugar más cercano que tenía y le quedaba de paso el sendero que le llevaría al pequeño jardín escondido de plantas medicinales que este tenia, suspiro llevando su ropa para así caminar suspirando podía sentir que alguien le veía desde lejos como siempre.

-Ya te vi, sal de ahí...ya...molesta ser acosado...- frunce el ceño y le lanza una sandalia dando directo a quien se escondía.

-Tienes unos buenos sentidos, tan agudos...- jugaba con la sandalia, era aquel hombre con máscara de zorro que caminaba tranquilo acercándose a este para así inclinarse y tomar su tobillo colocándole la sandalia. -tan bellos pies no deben tocar el suelo sucio...-

El albino se sonrojo desviando la mirada y frunciendo el ceño. -No lograrás que te perdone el acoso constante...- dijo para así empezar a caminar por el camino hacia la cascada. -Por favor, ya basta con eso...- Dice el albino suspirando y entrecerrando sus párpados.

-Entonces...saldré a saludarte...espero así no me recibas siempre lanzándome cosas...duele sabes...-Ríe un poco para así seguirle tranquilamente atrás de este viéndole ha través de aquella mascara.

-No juegues conmigo así humano insignificante...- dijo gruñendo para así acercarse hacia una roca y dejar su ropa, empezando a desvestirse. -Al menos date la vuelta, tus ojos pervertidos molestan...-dijo viéndole de reojo.

-Esta bien, esta bien...-Ríe un poco para darse la vuelta y reír viendo de reojo como de costumbre viendo al albino como se desvestía. -Puedo al menos entrar yo también merezco un baño con alguien tan agradable...- Una vez entró se dio la vuelta y le vio sonriendo.

-Siempre y cuando no te me acerques esta bien..-Le miró caminando hacia lo profundo y así lavarse un poco dándole la espalda.

El pelinegro sonrió para así empezar a desvestirse para entrar tranquilo sin quitarse la máscara entró calmado dejando ver aquel cuerpo musculoso lleno de sicatrises y algunas cuantas marcas de golpes lavándose el cuerpo tranquilo.

-No....te quitaras la máscara?...- le miró de reojo intentando no verle del todo.

-Hooooo~... El zorro tiene curiosidad...- sonríe sentándose serca de la orilla viéndole tranquilo.

-Que dices?! Yo solo lo decia para que estuvieses más cómodo, pero olvidalo... No me importa...-Se dio la vuelta y así lavarse el rostro rojizo intentando calmar ese nerviosismo, lavando algo avergonzado hasta que logró calmar su corazón, cuando se dio la vuelta se topó con aquel hombre sin máscara viéndole entretenido con aquella sonrisa de siempre.

Shiro kitsune no jumonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora