#03: Es un idiota.

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Ashley PDV.

—¿Estás lista? —pregunta Charlotte con su mano en la manija de su habitación, bueno, ahora es nuestra habitación, como antes.

Pongo los ojos en blanco al ver el entusiasmo de Charlotte. Le falta muy poco para comenzar a derrochar entusiasmo hasta por los poros. Eso es algo que Charlotte y yo no tenemos en común. Ella es algo entusiasta, soñadora, toma confianza rápido, mientras que yo soy algo deprimente, realista y me cuesta mucho confiar en alguien.

Por eso es que cuando traicionan mi confianza ya nada vuelve a ser lo mismo, soy alguien muy rencorosa y que no perdona fácilmente.

—¿Abrirás la puerta o nos quedaremos aquí paradas como tontas mientras que tú tienes una estúpida sonrisa y estás que un poco más y te pones a saltar por todos lados? —gruño y me cruzo de brazos. Odio esperar. Al igual que odio lo impuntual.

Ella se pone seria y me da una fulminante mirada para luego abrir la puerta, se hace a un lado y señala dentro de la habitación, invitándome a entrar. Suelto un "ya era hora" y entro a la habitación mientras que Charlotte me golpea el brazo.

Me quedo quieta en mi lugar, admirando la habitación. Ya no es la misma que hace tres años. Antes era toda rosada, cosa que odiaba pero que debía soportar, pero ahora la mitad está pintada de un lila muy claro mientras que la otra mitad está pintada de gris, un gris raro pero lindo.

—Espero que te guste, porque amo el rosado y lo prefiero ante cualquier otro color —muerde su labio inferior, nerviosa.

Oh, sí que sé cuanto ama el rosado. Antes de que me fuera a Londres una de nuestras constantes y principales discusiones eran por el color de la habitación. Charlotte no lo quería cambiar y siempre lloraba cuando yo convencía a mis padres de que debíamos cambiar el color de la habitación. Pero ahora ha hecho un gran esfuerzo, para ella, y ha cambiado todo, absolutamente todo. Es un lindo detalle de su parte, un detalle que tendré muy en cuenta.

—Me encanta —sonrío y me tiro en la cama con mantas grises. —Supongo que el lado gris es el mío, ¿no?

—Lo es —se sienta, con mucha delicadeza y cuidado, en su cama. —No me gusta mucho el lila, pero el rosa quedaría muy chillón con el gris que es un color frío —Mira la habitación.

Niego y me acomodo mejor en la cama. Mientras que a mi parecer el rosa y el gris se ven bien juntos, para Charlotte se ven mal juntos. Eso es algo que no tenemos en común; ella sabe de moda, yo no sé nada de moda.

Su celular comienza a sonar y ella sonríe al ver la pantalla, estoy segura de que es algún pretendiente. Eso es otra cosa que no tenemos en común, porque ella tiene a varios chicos detrás de ella pero a mi no me quiere ni el perro del vagabundo de la esquina. Sé que es un poco irónico dado a que somos gemelas idénticas, pero supongo que su actitud femenina es lo que atrae más a los chicos, mientras que yo con mi actitud un poco masculina los espanto a todos. Tampoco es que necesite de un chico para sobrevivir, no, no lo necesito, pero me gustaría que algún chico me tome enserio.

—Yo... Debo irme, si necesitas algo tienes a mamá —sonríe nerviosa mientras que toma su bolso y sin decir nada más sale rápido de la habitación.

Rio mientras me pongo de pie y me dirijo hacia el baño. Debo ir a comprar algunas cosas que me faltan para la universidad y no me hará mal darme una ducha antes de ir a comprarlas.


{...}


Suelto un suspiro de cansancio al sentarme en una banca del centro comercial. Esto de salir de compras nunca ha sido lo mío, además de que hace dos horas que estoy comprando y buscando las cosas que me hacen falta para la universidad pero no he encontrado mucho, sólo algunas cosas básicas. Dos horas para comprar cosas que no necesito tanto.

Observo mi alrededor y casi suelto un grito de emoción al ver un McDonald's que no está con tantos clientes como otros de el centro comercial. Tomo las bolsas en done tengo las cosas que he comprado y me coloco mi bolso al hombro para luego comenzar a caminar hacia el local de comida rápida.

El aroma de sus ricas hamburguesas y papas fritas me inunda al entrar. Busco con la mirada una mesa que esté en un lugar adecuado y sonrío al ver la mesa perfecta al lado de la ventana, aunque cerca de esa mesa hay una en la que están sentados, riendo y comiendo, tres chicos muy, pero muy lindos.

Camino hacia la mesa que he escogido para mi y dejó las bolsas sobre uno de los sillones que tiene. Sí, he escogido esa mesa sólo porque tiene sillones.

—Disculpen —me acerco a la mesa en donde están los chicos lindos. —¿Podrían cuidar de mis bolsas por sólo unos pocos minutos?

Ajá, le estoy pidiendo a unos chicos totalmente desconocidos que cuiden mis pertenencias. Pero es que no puedo ir a hacer mi pedido si tengo mis manos totalmente ocupadas con las bolsas.

—Claro que si, Charlotte —sonríe uno de los chicos, tiene ojos claros, azules.

Les diría que no soy Charlotte, pero sé que no me van a creer.

Luego de pedir un cuarto de libra, una sprite mediana y unas papas medianas, comienzo a caminar hacia la mesa en donde están mis pertenencias. Frunzo el ceño al ver que los chicos ya no están en su mesa, ni siquiera están en el local. Excepto por el que tiene gorra y sus ojos son mieles, porque está sentado en mi mesa.

—¿Por qué estás aquí? —frunzo el ceño mientras me siento a su lado.

—Quiero hablar contigo, Charlotte —se acerca un poco a mi.

Estoy segura de que es uno de los pretendientes de Charlotte. Joder, mi hermana tiene a todos los chicos guapos detrás de ella.

Deberías saber que yo no soy Charlotte —susurro.

Ya me he cansado de que estén todo el tiempo con mi hermana, somos iguales, sí, pero sólo físicamente, por dentro somos muy distintas.

—No me vengas con tus juegos, Charlotte, sé que eres tú —acerca su rostro al mío, nuestros labios quedando a sólo unos pocos centímetros de distancia.

Está irrumpiendo mi espacio personal.

Tienes que creerme, no soy ella —la amabilidad ya no está conmigo.

El suelta una gran carcajada que hace que mi paciencia se agote. Él muy hijo de perra no me cree y todavía se ríe. Idiota, es un idiota.

Bufo y me pongo de pie, tomando mis cosas, ya se me ha ido el apetito. Que se vaya a la mierda el chico lindo y todos, no quiero volver a la misma mierda de que me comparen con Charlotte y que cuando diga que no soy ella, no me crean para nada.


***

Lamento la demora.

¡Pasen por "I hate that I love you"!



I'm Not Her ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora