Carta 2#

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01 de Mayo, otoño.

Amada mía:

He vuelto a soñar contigo, sueño que regresas y tocas a mi puerta. Para cuando despierto me encuentro tumbado en mi cama, con lágrimas en los ojos y con un bello recuerdo de tu existencia.

Cada noche antes de dormir pienso en ti, en lo majestuoso que era verte sonreír, en lo volátil y pasajero que fue nuestro amor. Es indescriptible lo mucho que me haces falta, cada día y cada noche, cada segundo de mi vida, ha sido un tormento sin tu presencia.

No sé que va a pasar conmigo, Sofía. He perdido el interés por todo, en vez de ir a la escuela vengo a verte, sé que dije que te visitaría el primero de cada mes, pero es que es injusto dejar pasar los días sin venir a tu encuentro.

¿Sabes? A veces cuando tomo el autobús presiento que te encontraré aquí, que despertaré y seremos felices. Es que de verdad no entiendo cómo pudo pasar, ¿acaso no estábamos destinados a ser el uno para el otro, acaso no era yo el amor de tu vida y tú el de la mía? ¿Qué fue lo que hicimos mal? ¿Amarnos tanto hasta perder la cordura, o no habernos dicho todo desde un principio?

Me maldigo Sofía, me maldigo por no haberte confesado mi verdad, por no decirte a tiempo todo el amor y deseo que sentía hacia ti. Quizá si me hubiera declarado hace tres años hubiese probado aquellos labios antes, los hubiese disfrutado más de lo que lo hice.

Fui un imbécil y me hiciste adicto; A tus besos, caricias y abrazos, a tu amor, Sofía, eres la única droga que pude consumir y que me llevó a las nubes. Me hiciste adicto a ti para luego dejarme en el vicio de extrañarte. ¿Yo me pregunto, si de verdad me amabas, como fuiste capaz de hacerme algo así? Realmente no sé lo que digo, lo que ocurrió no fue tu culpa, fue culpa de esa maldita enfermedad, de aquella miserable y tortuosa enfermedad que nos destruyó, porque no sólo acabó contigo, de paso me llevó a mí junto a ti.

No puedo imaginar mi vida sin ti, cuando camino por las calles en cualquier chica visualizo tu figura, y eso no está bien, ¿o si? ¿Amar tanto a alguien que no está y recordarla en todo momento?

Maldigo a la vida, ella me había prometido que estaríamos juntos, y mírame ahora, solo, frente a una fría lápida.

Sofía, debo irme, ya no soporto este tormento, quizá será mejor que vuelva en otro momento.

Te amo preciosa, de aquí, al cielo.

Con toda mi alma, Alex.

Posdata:

«Recuerdo el día que me dijiste que te ibas. Recuerdo el maquillaje corriendo por tu cara. Y si los sueños que dejaste, tú no los necesitabas. Como cada deseo que siempre hicimos. Desearía poder despertarme con Amnesia. Olvidarme de las pequeñas cosas estúpidas. Como la forma en que se sentía quedarse dormido a tu lado. Y los recuerdos de los que nunca podré escapar. Porque yo no estoy bien»

5 Seconds of summer – Amnesia.

Cartas de amor al cielo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora