Parte 4: De camino al bosque.

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Seguía sin olvidar lo ocurrido, de hecho no lo podía olvidar aunque lo intentara. Mis padres decidieron, que como logré protegerme en las cuevas, ya era mayor y que sabía cuidarme por mí solo. Me dirigí al hospital para ver al doctor(este iba en una silla de ruedas). Cuando llegué fue al centro médico fui al mostrador y pregunté por el doctor. La señora me dijo que ahora mismo estaba en una operación y que no podía atenderme. Me senté en uno de los asientos de la sala de espera y me puse a jugar en el móvil. A las 7 de la tarde finalmente salió de la operación, me acerqué a él.

-Hola doctor, ¿qué tal está su pierna?

-Oh, está genial, no me ha impedido hacer mi trabajo, jajaja... Pero quería comentarte una cosa, esto, mejor hablemos en un lugar tranquilo.

Salimos de la sala de espera y nos dirigimos por los pasillos del hospital. Montamos en un ascensor y subimos al 3º piso, salimos de él y entramos en una habitación que se situaba al final del corredor entre muchas otras puertas. Nos sentamos en unas sillas frente a una mesa de madera de roble y nos dispusimos a hablar.

-Bien, aquí estaremos mejor. Como ya sabes nosotros somos los únicos que supimos lo que aconteció hace 3 meses. He estado investigando el cuerpo de la muchacha adolescente y he descubierto que...

-¡¿Qué has descubierto?!- le interrumpí.

-Que, ese cadáver es... Falso.

-¿Qué? ¿Estas de broma, no?

-Sé que es casi imposible pero es la realidad, no sé quién ha podido hacerlo pero ese cuerpo es un simple muñeco, es decir, una marioneta.

-Pero, eso no puede ser. Era como una persona normal, la sangre es real, la piel, el pelo... ¡Todo!

-Sólo conozco a una persona que logra hacer muñecos con rasgos humanos exactos, tan perfectos que incluso parecen de verdad. Y la sangre, quizás sea de algún animal o hecha a mano.

-¿Quieres decir que todo esto ha sido un montaje?

-No lo sé claramente, pero he estado reflexionando y finalmente he llegado a esta conclusión.

-Entonces, ¿quieres que le pregunte al hombre ese del que hablas?

-Creo que es la única solución para resolver este misterio, pero es una misión muy peligrosa y tú todavía eres joven, entiendo que no quieras ir.

-Bah, a estas alturas cualquier cosa con "peligro" ya la puedo emprender. ¿Y por qué dices que es peligrosa?

-Richard de Milo siempre ha sido un hombre muy solitario. Este vive en las afueras de la ciudad, para él, cuánto más lejos mejor. Su casa siempre está adornada con luces y muñecos, no sé porqué hace eso, es un hombre muy raro. Esta misma casa se encuentra en medio del bosque. Aunque llegases a encontrarlo dudo que llegase a hablar contigo, es un hombre de pocas palabras y sólo le gustan los muñecos, incluso habla con estos.

-De acuerdo, esta misma tarde partiré.

-Espera, toma esto.- me entregó una mochila- en esta mochila tendrás todo lo necesario para poder ir a la casa del hombre ese, tienes un mapa, linternas, alimentos pequeños y entre otras cosas... En cualquier caso tienes en la bolsa algo muy especial, no lo habrás hasta que estés en frente de él.

-¡Vaya! Gracias doctor.

-No las necesito, que clase de adulto soy dejando a un niño ir a una misión tan arriesgada.

-La clase de adulto que sabe que ya no soy un niño y que puedo enfrentarme a lo que sea. Ya deberías saberlo.

Me despedí del doctor y me dirigí a la salida del hospital. En 20 minutos ya estaba en la puerta de mi casa. Subí a mi habitación y metí algunas cosas más en la mochila: una libreta, un lápiz, una botella de agua, una lata de Acuarius, chocolate y mi muñeco preferido(ya sé que he dicho que no soy un niño, pero ese juguete me ha ayudado en situaciones difíciles así que me lo llevo "por si acaso"). Bajé a la cocina y les dije a mis padres que iba a ir a dormir en casa de Mario, pero mis padres primero tenían que "asegurarse" y llamaron primero a su madre. Finalmente salí de casa, yo pensando en que iba a ir a ese bosque y mis padres que iba a dormir en la casa de Mario). Luego de 2 manzanas, le llamé para decir que no iba a poder ir porque mañana por la mañana me iba de excursión(oye que parte es verdad, ¡justo ahora voy de excursión!) y Mario dijo que Ok y yo, como buen amigo, le expliqué que la próxima vez jugaremos a la Wii toda la noche. Después de haber convencido a mi amigo y a mis padres me dirigí finalmente a ese bosque. Pasé en frente del hospital, el doctor estaba esperándome en la puerta.

-Así que realmente vas a ir.

-Pues claro, no voy a retroceder mis palabras y rendirme sin haberlo intentado.

-Ojalá pudiera ir contigo pero esta pierna herida no me deja moverme con facilidad y sólo sería un estorbo. ¡Maldigo mi suerte!

-Tranquilo, ni tu pierna ni tú tenéis la culpa.

-En ese caso, cualquier cosa llámame, cualquier problema, cualquier acontecimiento...

-Relax, ya puedo arreglármelas yo solo- le dije mientras me apresuraba para marcharme.

-Ten cuidado, también puedes llamar a tus padres si surge algún lío.

-Que sí, que sí...

Finalmente perdí de vista el hospital, la ciudad y mi casa.

Asesinato después de clase  [en reedición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora