Psycho Pass: Sangre En Las Manos

Aunque Llore

"¿¡QUE HACES AQUÍ!?"
"Ya viné Rutaganda, ahora deja de hacerle daño a Misaki..."
Él se acercó lentamente y sin pensarlo le dió un puñete en el rostro haciendo que el chico de cabello naranja caiga estrepitosamente en el suelo. Lo sujetaron de sus brazos y lo colgaron de sus manos con las cadenas, justo en la misma posición en la que yo estaba. Nos separaban al menos unos 5 metros de distancia....
Rutaganda se veía complacido de hecho, quería torturar a Kagari, y que mejor manera de torturar....
"AAAAAAAHHHHHH!!"
Lastimando a la persona que amas...
"¿Por qué duele? Ya no debería doler..." - susurré
Lágrimas envenenadas
Corren por tu rostro
"¡Ya no debería doler!" - grité. Se escuchó el eco ya que no había nadie más en esa habitación más que....Kagari...
"Lo siento....Misaki. Yo soy el culpable de todo esto yo...nunca...."
Lágrimas envenenadas
Corren por tu rostro
"Nunca debí involucrarte...." - susurró a medida que dejaba caer su peso haciendo que las cadenas sean su único apoyo
"Cállate!!!" - grité -"Cállate....siempre dices que no es mi culpa pero siempre lo es. Si no hubiera salido, no me hubieran atrapado y tu no estarías aquí....¿que no entiendes que es mi culpa?"
Ya no quiero ver nada más....
"En mi corazón la discordia y la sirena del vacío no deja de vibrar, es como si me estuvieran probando
Di la verdad...."
"¿Que?" - preguntó confuso
"Una libertad ensangrentada, es lo que querías ¿no?"
"No...Misaki, yo..."
"En realidad estoy temblando, ni siquiera se mi nombre, a pesar de que se todo de ti."
"Yo..."
"Aunque llore, no deja de vibrar."
Se escuchó el rechinido de la puerta...
"Buenas noticias, mi cliente los quiere a ustedes y a Kogami para está noche. Procuraré divertirme mucho...."
Desencadenó mis pies, me haló del cabello y me arrojó al suelo...
Los golpes eran cada vez más fuertes al igual que los gritos...eran tan fuertes que empecé a toser sangre....
"Ya basta!!! Golpeame a mi, no a ella!!!" - gritó el chico de cabello naranja. Rutaganda se acercó a él con un cuchillo en la mano, lo pusó en su garganta y le susurró...
"Es más divertido verte sufrir de este modo..." - y se volvió hacia a mi. Para seguir con su acto sin compasión...
Soy una maquina, ya no vivo....
De repente las cadenas que ataban mis manos parecían sentirse como delgados cordones de hilo que se rompen....y me desvanecía....
Que hombre más patético....
"Muere!!!"