Miss obsessive

-Capitulo 26-

Era la primera vez que iba al instituto y tenía que saludar a Derek. Antes podía hacerlo, pero nos conocíamos de vista y a mí me daba muchísima vergüenza. Estaba en el coche de Mireia preparando mis palabras. Mireia y Sara hablan pero yo no puedo escucharlas, estoy demasiado nerviosa.

Nos deja en la rotonda donde todos los padres paran un momento para que sus hijos se bajen del coche y entren al instituto, me despido y agradezco a la madre de Sara por traernos.
Entro y saludo a la jefa de estudios y al director, que como de costumbre, no me devuelven el saludo. Sara me mira con una cara de "¿Por qué coño los saludas?" y yo pongo los ojos en blanco.
Empieza a correr hacia Claire y Kristin, quienes ya han llegado y nos están esperando en el sitio de siempre.
Derek y sus amigos suelen sentarse en un banco verde que hay un poco antes del muro donde se pone mi clase. Ralentizo el paso y examino cada una de las caras de quienes están en el banco.
No puedo encontrar a Derek y falta poco para entrar a clases, lo que significa que probablemente llegue tarde y lo pueda saludar en el primer descanso.

Saludo un poco desanimada a las chicas y aparecen Julie y Alison por detrás.
Empiezo a discutir con Pablo sobre los deberes. Intenta engañarme diciéndome que teníamos ejercicios de matemáticas, cosa que no tenemos.
Suena el timbre y con cuidado nos metemos por la multitud.
Extraño cuando era de primer año y podía colarme por entre la gente, ahora me toca esperar a que se despeje todo. Si los pasillos no fueran tan estrechos, quizás todo el mundo llegaría a tiempo a su clase.
Recibo un numero infinito de golpes, empujones e insultos que Sara y Claire devuelven por mí. Entonces siento un apretón en el culo, me giro para golpear a quien quiera que haya sido y veo a Hugo, el chico marginado de la otra clase mirándome con una sonrisa tímida.
Me quedó pasmada observando su cara fetosa y entonces se gira y se va.
Empiezo a poner cara de asco y me arrepiento de no haberlo golpeado.

-¿Sabéis que se deja salir antes de entrar? -Pregunta Sara haciendo fuerza para que los de un curso menor no la tiren al suelo.

-Va, entrad ya. -Le ordena un chico altísimo y lleno de granos a sus compañeros.

-¡Eh! Joder ¡Maleducados! -Grita Sara hecha una furia. La tengo que coger del brazo para que nadie la aplaste y veo que Kristin empieza a reír como una loca.
Lo más extraño de todo, es que en este tipo de situaciones, nunca hay un profesor para ayudar.

Por fin llegamos a nuestra sala, y me siento con Sara y Kristin en la fila de atrás. El Sr. Smith aun no llega y aprovecho para repasar un poco por si hace control sorpresa.

-La historia es una mierda -Suelta Kristin cuando me ve abriendo el cuaderno.

Suspiro y lo cierro de golpe.

-La historia no es una mierda, pero Smith la hace mierda.

Kristin sigue sosteniendo su opinion y Sara coincide conmigo. La verdad es que el Sr. Smith es uno de los profesores más aburridos del instituto.
Lo único que hace es escribir documentos que nos lee en clase y nos hace copiar, ni siquiera entona cuando lee. Se pasa toda la clase mandándonos callar aunque estemos ya haciendo silencio, eso nos preocupa a todos.

Cuando llega el profesor, pasa lista y rezo para que no me interrogue a mí. Me sé la lección, pero siempre puede preguntar algo que hayamos leído en clase y que yo haya considerado de menor importancia.

-A ver... -Dice cogiendo una hoja donde están todos los nombres de la clase. No somos más de 20 y hay algunos ausentes, lo que da más posibilidades para que me toque a mí y hace mucho que no me toca así que cada segundo me pongo más nerviosa. -¡Kristin y Sara! Salíos ahora mismo del aula. Tenéis suerte de no necesitar que os suba la nota, pero distraer a vuestros compañeros con tanto parloteo no ayuda, así que idos a la biblioteca. -Termina pegando un sorbo de su café.

Pienso un segundo en lo que ha dicho y la verdad es que yo sí que necesito que me suban la nota.

-Calvo de mierda. -Susurra Sara levantándose y dirigiéndose a la puerta. Kristin se levanta y se va detrás de ella.
No me extraña que las haya sacado, a ellas dos es a las que más les tiene manía. Ni siquiera estaban hablando, aunque no niego que sí lo hacen.

Me pongo muy nerviosa y lanzo una mirada de auxilio a Claire, quien se encuentra al otro lado de la sala, junto a Alison.

Me mira también con muchísimo miedo y luego se gira y observa al profesor pidiendo clemencia.

Procedo a usar el consejo que me dio Lizzie una vez. Me giro y empiezo a buscar algo en mi mochila, solo paso mis dedos por entre los libros y si me pregunta diré que busco mi estuche.
De pronto, entre el cuaderno de Lengua y el libro de Matemáticas, encuentro una nota.

"Tu culo me tienta

-H"

Recuerdo esa sonrisa tímida y me doy cuenta de lo pervertida que era.
Escucho al profesor llamando a Albert para que responda sus preguntas y me quedo tranquila.
Cojo la nota, la doblo y la meto en el estuche que estaba aun dentro de la mochila.

Me coloco bien en mi silla y empiezo a pensar en ese chico.

¿Qué es lo que está haciendo a los tíos fijarse en mí?

Eso no preocupa tanto como la nota, pero es una curiosidad que siento últimamente, sobretodo con Derek.

-Isabella. -Me llama el profesor al terminar con Albert y el miedo vuelve a mí. -Ve a buscar a Sara y a Kristin que ya he terminado.

Me tranquilizo un montón al oír eso y saco lo más rápido que puedo la nota de Hugo para despues salir corriendo hacia la biblioteca.

Llego y veo a la mujer pelirroja que practicamente vive allí y paso saludándola con una gran sonrisa.

Veo a Sara y a Kristin sentadas en un sofá. Sara lee Orgullo y Prejuicio y Kristin está con el móvil.

-Chicas, mirad. -Las llamo y les enseño la nota de Hugo.

Kristin la coge y ambas la leen. Sara me mira con cara de miedo y Kristin se queda mucho rato mirando la nota.

-"H" es Hugo Garcia. -Digo rompiendo el silencio.

-¿Cómo lo sabes? -Pregunta Kristin aún mirando el papel.

La verdad es que no lo puedo saber al cien por cien, pero lo he supuesto por lo que ha hecho antes.

De pronto siento unas manos en mis hombros y una sensación extraña recorre todo mi cuerpo, no es una sensación desagradable, es una de las más agradables que he sentido en mi vida.

-¿Saber el qué? -Me giro y veo la sonrisa perfecta de Derek.