-Capítulo 2-

121 8 1
                                    

Estoy cruzando la puerta del instituto más lento de lo normal, mi amiga Kristin viene corriendo hacia mí.

- Bella! Allí está!- grita.

- ¿Por qué me lo tienes que decir cada vez que lo ves? Yo también tengo ojos, no estoy ciega.- Le da igual mi reprimenda ,casi diaria, los días que viene él. Nunca me hace caso, siempre le estoy diciendo que paré de hacer eso que él puede escucharlo aunque estoy segura de que lo hace. Sabe que me muero de vergüenza y por eso sigue. O al menos eso creo yo.

Son las 8:50. Faltan 10 minutos para entrar a clase e intentar memorizar cada detalle de su cuerpo perfecto.

Su pelo moreno hacia atrás, como siempre suele llevarlo, sus labios perfectos y su mirada de ojos castaños misteriosa. Comparado conmigo me saca una cabeza pero, ¿Tampoco es tanto, no?.

8:57. Me doy cuenta de que estoy siendo una acosadora e "intento" dejar de mirarle, pero no puedo...

- ¿Qué estás haciendo? Estás loca de verdad.- Me dice Kristin riéndose, yo sinceramente no le veo la gracia.

- Nada.- Miento

- ¿Como que nada? Parece que has visto el bote de nutella más grande del mundo y estás esperando a lanzarte para comértela o algo así.- Se ríe. Yo también me río por lo infantil que puede llegar a ser algunas veces, y porque su risa es contagiosa.

Es alta, pero no tanto como yo. Le saco media cabeza. Sí, soy la chica más alta de mi clase... Tiene la cara pintada de pequeñas pecas que aparecen sucesivamente sobre su piel. Su sonrisa que no se la quita nadie, y su pelo negro planchado. Es la chica más guapa que he visto aquí, y la más maja.

Entra corriendo Sara bajo las miradas de todos los estudiantes.

- ¡¿Llego tarde?! Menos mal que aún no habéis entrado, mi reloj va fatal y me he levantado tardísimo.-

Empieza a hablar con Kristin sobre algo sin importancia para mí y aprovecho para mirarle.

Su mirada me pilla desprevenida mientras yo le miraba. Me apresuro a coger mi cartera como si nada hubiese pasado y a hablar con mis amigas mientras le miro por el rabillo del ojo. Me sigue mirando. ¿Pero que está pasando? ¿Porque no para de mirarme? Empiezo a reírme más fuerte de lo normal, tanto que Sara me pregunta si estoy bien, pero hago oídos sordos. Veo que hace un gesto con la cabeza y baja las escaleras para ir a otro departamento justo cuando suena el timbre.

Kristin, Sara y yo nos apresuramos a la sala que nos toca preguntándonos donde estarán Claire y Ali.
Se supone que Ali tenía fiebre ayer pero con Claire nunca se sabe.

Miss obsessiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora