El Reflejo De Mis Sueños.

Capítulo 5.

《Tantas cosas tienen
que pasar para que dos
personas se conozcan.》

Lo miro sentado en su butaca pensando en cada fragmento del sueño. Lo miro e imagino que sus labios rozan los mios, nuestros dedos entrelazados. No. No debería imaginar aquello, el y yo juntos...

No será posible.

Conforme pasan los días, la profesora Rose, se vuelve más insoportable. Con cada uno de los sermones que da en su clase, el caos y la rebeldía de todos va en aumento.

Alguien toca la puerta.

-¡Adelante! -grita la profesora desde el escritorio.

-Buenas tardes chicos.

Todos nos levantamos.

-Como ya saben soy una maestra perteneciente a la sociedad, y... Vengo a hacerles la invitación al baile de inicio de ciclo y tendrán que pagar un boleto para el mismo.

》Sin más, les dejaré una convocatoria pegada en la pared de su aula. El pago para su boleto, lo pasaré a cobrar en los próximos días.

》Gracias profesora por dejarme dar el aviso -asiente la sureña.- Hasta luego chicos. Nos vemos los próximos días.

Después de la visita de la maestra de la sociedad de alumnos, nos disponemos a adelantar nuestro resumen relacionado con los cromosomas, Courtney inicia la conversar:

-Odio infinitamente esta, y todas las clases.

-¿Quién no?

-Alguien que es lo suficientemente ñoño como para interesarse en los sermones de Bellamy -hojea su libreta hasta dar con una hoja llena de stickers. Quita dos de su sitio y los coloca en ambos dedos indices.

Pone uno en mi frente. Me ofrece su celular para observarme.

-¿Me la gané por cumplir con mis deberes? -pregunto entre risas.

Courtney me imita y se rie mientras se coloca el otro sticker en la frente. Seguimos trabajando.

-Me veo muy rídicula... -digo pensativa, riendo.

-Claro que no.

Y en menos de lo que me espero, el chico, el... el, idiota me esta mirando con una hermosa sonrisa en el rostro. Al principio también lo miro, hasta que finalmente aparto la mirada.

-¿Porqué te has puesto un sticker en la frente?

-Realmente no lo sé -suspiro-. Tengo la teoría de que hago estupideces para sacarle una sonrisa a medio mundo. Es como mi buen acto del día, un acto de caridad -sonrío.

-Pues... Acabas de lograr tu buen acto caritativo del día -me devuelve la sonrisa.

-¿Porqué lo dices?

-Porque me haz sacado una sonrisa.

El sticker se estaba despengando de mi frente. Y sin previo aviso, el idiota, toca delicadamente mi frente y acomoda el sticker.

El tacto de su mano contra mi frente, me preovoca una sensación que jamás en mi vida había sentido. Una descarga electrica que me deja sin aliento y con al respiración entrecortada.

Finalmente aparta suavemente su mano.

-Gracias por acomodarla -digo en un suspiro.

-No fue nada. Es solo que, esta despegandose un poco aquí -dice pasando de nuevo su mano por mi frente lentamente.

-Que bueno que te diste cuenta, de no ser por ello no podría hacer mis actos caritativos.

Me sonríe una vez más y voltea de nuevo a hacer su trabajo.

Termino quitandome el sticker al igual qur Courtney. Se va la profesora justo cuando empieza la clase de inglés.

Alana y yo platicamos, mentras vemos a Ally y Alex abrazarse.

-Veo que ya le has hablado a Theo.

¿Quién carajos es ese?

-¿Theo? ¿De qué hablas? ¿Quién es?

-Con el que hablaste en clase de Biología sobre un... ¿sticker? -me mira confundida-. Si querida, él...- señala al idiota-. Es Theo. ¡Eh Theo, voltea!

Mira a Alana y justo cuando ser detiene a mirarme a mi, sonríe.

-¿Qué sucede?

-Nada importante. Es solo que, aqui mi querida Ellie, no sabía de tu existencia y nombre. Creo que debería dejar que se conocieran. Me voy -me guiña un ojo y se va.

Un silencio se prolonga hasta que decidimos hablar.

-Así que... Ellie ¿eh?

-Si, Theodore.

-¿Sabes? Deberiamos de conocernos.

-¿Porqué tanto interes en conocerme?

-Solo trato de ser sociable.

-Bien -lo contemplo unos minutos y él a mí.

Charlamos y charlamos. A fin de cuentas la hora de ingles siempre es libre.

Y, en lugar de conocernos a fondo, hablamos de tonterías. Como nuestro anterior encuentro y el porque no habíamos coincidido aún.

Creo que después de todo, no es tan idiota como parece.