Preludio.

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«Y cambió la forma en que veía la vida.»

27 de Junio.

Tanto tiempo, esperando a Angie. Tanto tiempo añorando tenerla entre sus brazos, cuidarla y protegerla. Ha sido demasiado tiempo sin tener un motivo para estar realmente feliz. Hace unos días estaba devastada ante su próxima partida hacia la secundaria, sabiendo que no volvería a ver jamás a sus antiguos amigos. Pero al despertar esta mañana ya no lo estaba. Tenía un motivo para ser mejor todos los días, quería ser un ejemplo a seguir para la pequeña Angie Scott. 


Después de horas, Ellie, consiguió 

° ° °

Iba caminando por el centro sola en dirección a su casa

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Iba caminando por el centro sola en dirección a su casa. Cuando llegó nadie estaba dentro. No. Había alguien, un chico que no conocía. Era alto, cabello negro con un poco de café oscuro, ojos cafés rojizos que hacían resaltar su mirada, delgado y un poco moreno, llevaba puesta una playera blanca y nos jeans negros. 

Ella no se sentía igual, no sentía que tuviera 12 años. Sentía que tenía como mínimo 9 años más y eso era verdad. Su cabello seguía siendo claro, sus piernas largas, su mirada serena y dura a la vez, pero... Ella era más delgada y alta, con más curvas, sus ojos en la luz se notaban más claros. Se sorprendió y a la vez se regocijó al ver el gran cambio.

Él chico la contemplo y se acercó lentamente hacia ella. La miraba hasta que se detuvo en sus labios. Una oleada de calor recorrió el cuerpo de Ellie. No sabía que hacer ante la presencia de aquel chico. Sin conocerlo se sentía atraída por él, tenía un poderoso efecto sobre ella. Ella también se acercó, lentamente hacia él.

Cerraron el espacio que había entre ellos, hasta que quedaron pegados el uno al otro, compartiendo el mismo aire. Sus ojos se encontraron y con ello entrelazaron sus dedos. Llena de confusión, lo miró desconcertada ante aquel gesto. Aunque su subconsciente insistía en que ya le conocía.

—Te amo...—susurró el chico en su oído. Y le besó lentamente la mandíbula y las mejillas hasta que llegó a su boca. Fue un beso lento y cálido—. Estoy muy feliz por haberte encontrado. Si tu eres mi estrella, yo seré tu cielo... —dudó. Y después las palabras le fluyeron inconscientemente.

A Ellie se le iluminaron los ojos, al oír dichas palabras y entrelazó sus dedos en los cabellos del chico, acariciándolos lentamente, mientras que él la tomaba por la cintura con delicadeza— Soy tu estrella. Por siempre...—. Y cerraron su promesa con un beso...

La imagen se tornó borrosa, se disipó todo lentamente, hasta que no volvió a ver nada...

° ° °  

Sonó el despertador. Eran las 6:00 am, en punto, a tiempo para bañarse, vestirse y desayunar. 

Recordaba pequeños fragmentos del sueño, pero  seguía sin comprender quien era aquel chico. No se acordaba de mucho, salvo de aquel cálido y profundo beso, y de esa sensación familiar que le provocaba él. Le quería sin conocerlo, sin saber si era real. No, no era real, era un producto de sus sueños y nada más, no conocía a alguien con tales características, no había alguien en su vida que la hiciera sentir diferente.

Después de bañarse, se dirigió de nuevo a su habitación, solo quedaban 15 minutos para salir. No pasaría si solo tocaba una canción para acomodar sus pensamientos e ideas en su lugar.

Abrió el cierre del estuche, y sacó aquella guitarra rosada con sumo cuidado, a pesar de tener varios raspones y de que la pintura se cayera. La colocó en su pierna derecha, aunque no fuera la forma correcta, a ella no le importaba, así le resultaba más fácil moverse. No tocaba algo en concreto, solo combinaba acordes de diferentes canciones para probar como se oían juntos. Recargó su cabeza en la curvatura que se formaba cerca de la boca de su guitarra, sin dejar de hacer sonar las cuerdas. Desde pequeña siempre soñaba con poder tocar el instrumento y reproducir aquellos sonidos, que le resultaban tranquilizantes, por un momento podía olvidarse de todo, pensar con claridad incluso. Por la misma razón deseaba dedicarse a la música y a cantar en escenarios frente a millones de personas, pero el problema es su timidez, no ante cualquiera se abre a cantar una canción, necesita haber alguien para que ella realmente logre todo lo que se ah propuesto como reto, y al parecer no será nada fácil.

—¡Elena, ya es hora! 

—¡Enseguida bajo! —. Volvió a guardar el instrumento en su estuche y bajó corriendo las escaleras, tomando su celular, salió al lado de Easton y cerraron con llave la puerta.

Una vez en el hospital, todo estaba listo, lo único era esperar hasta que dejaran salir a Jasmin. Y entonces sale cargando un bultito rosa, entre brazos. Se acerca y los saluda a todos, mostrándonos a Angie.


—Hola, pequeña —dice Easton tendiéndonosla, abrió los ojos. 

—Bienvenida pequeña Scott  —dicen todos subiendo al auto.

Hallo!7u7r ¿Qué tal? ¿Les ha gustado mi besha y melancólica historia? xD  Tengo muchas correcciones que hacer en los primeros capítulos, peeeero, eso no quiere decir que deje de subir capítulos nuevos. Cx 





El Reflejo De Mis Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora