Capítulo 22.

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«Él estaba en mi vida por un razón. Lo necesitaba. Éramos las dos mitades de un todo.»

~Nora Grey. Finale.


Jueves

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Jueves.

Él estaba recargado en la puerta del salón. Iba llegando a clases, deje mi mochila en mi lugar, me siguió hasta donde estaba. Tenía el pelo un poco largo de la parte superior, sus ojos se veían de un café rojizo muy intenso que los hacía resaltar, me miraba fijamente in expresivamente. Estábamos solos en el salón.

Tenemos que hablar tenía un tono firme.

¿Acerca de...? fruncí el ceño.

—Nosotros...—mi respiración se aceleró, no dije ni una sola palabra Quiero terminar, tenías razón, necesitamos más tiempo para conocernos —mi mundo se hizo pedazos en ese preciso momento, Sentía como si estrujaran mi corazón. Sus palabras me cortaron como una navaja, ¿qué no entendía lo mucho que le quería? ¿porqué pasaba esto justo ahora?  ¿qué le pasaba? Horas atrás estaba todo de maravilla.

¿Crees que así se resuelve todo? ¿Por qué terminas conmigo realmente? —grité desesperada y confundida. Se pasó la mano por la mandíbula ¡Habla joder! ¡Dímelo!

Su mirada se tornó profunda y fría— Lo siento, pero no podemos seguir con esto...—fue lo único que dijo y me enfureció aún más.

—No, no lo sientas —solté el aliento que contenía— No sientas el destrozarme a mí y a mi corazón, no sientas el enamorarme y después abandonarme —mi voz se iba quebrando en cada palabra— No sientas el lastimarme. ¡Eres un imbécil! Y yo fui lo suficientemente estúpida como para amarte. ¡Pensé que eras diferente!

Tensó la mandíbula, dio media vuelta y se fue, le gritaba, pero no se volvía a mirarme. Me incliné hacia delante con las manos en la cara. Éramos uno solo, pero ahora nos habíamos dividido y tomado distintos caminos.

Sin previo aviso la imagen se tornó borrosa y me desvanecí.

° ° °

Desperté agitada, ante el sueño tan doloroso y confuso. ¿Por que tenía que soñar semejante cosa? ¡Que importa! Al fin y al cabo solo es un simple sueño.

Horas después me encontraba en el instituto hablando con Ally y Theo. Al verlo me recordó aquel sueño por el que había despertado pegando grito:

—¿En qué tanto piensas linda? —preguntó Theo desconcertado—Claro a parte de mí —sonreía.

—En nada, ni siquiera en ti.— Reí.

—Has destrozado mi corazón —se agarro el pecho posando su mano en su corazón—A veces creo que debería ir y enamorar a Lauren —Lauren me llenaba el hígado de piedritas y él lo sabía. Me enfureció su comentario. Sonrió de nuevo—Es muy guapa.

El Reflejo De Mis Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora