-¿Tienes facebook?
-Si.
-Dime como apareces para agregarte.
-Mejor dime tú y yo te agrego.-Saqué una pluma y anoté su nombre.-¿Cuándo me agregarás?
- Tal vez hoy en la noche.
-Ok.
Esa misma noche lo agregué, en un instante me aceptó. Después lo primero que hice fue ver su foto de perfil y morí de risa, se veía tan raro, tal vez para mí no era tan atractivo, pero tenía un no se que, que hacía que me "gustara un poco"; sin embargo también su manera de ser, no sé, tal vez lo hacia ver un poco lindo.
La forma en que me trataba era tan rara, tierna y única, incluso en ocasiones eso hacía que me confundiera, no sabía si lo que quería conmigo era amistad o algo más. Theo era diferente, no era como los demás chicos que eh conocido, simplemente era él.
Las semanas se me hacían más largas, eternas, esa era la palabra. Había maestros que faltaba mucho, así que no teníamos clase, Theo y yo, como siempre nos la pasábamos hablando sobre nosotros, todo mundo, todo el tiempo decía que éramos más que amigos o si estábamos juntos, pero yo sabía que eso nunca pasaría. Sentados en el salón, hablando, viendo, como corrían por todo el salón los demás. Poco después llegó Ally y Alex "los mejores amigos" del mundo (aunque realmente eran novios). Ella me lo había confesado justo cuando nos cambiaron de lugar, era la única que lo sabía hasta el momento, decían que no querían que nadie lo supiera, pero yo sabía que en cualquier momento todo el mundo se enteraría.
-¡Hola Ellie!
-Hola, Alex.-Dije mirando a Ally, que estaba un poco ruborizada.
-¿Por qué no me hablas Ellie? Ya ni un mensaje me mandas.-¿Por qué tu a mí no? Claro que si hablamos.
-No, ni me has agregado.
-Claro que si, fuiste al primero del salón que agregue.- Era cierto, fue al primero que agregué del salón, de hecho antes me gustaba, pero me rompí sola el corazón y decidí alejarme.- El que no me habla eres tú.
-Hay, okay. En la noche hablamos.
-Pero me hablas.
-Si, si, si lo que tu digas.-Dije mientras ponía los ojos en blanco.
Ally y Alex, solo se miraban, los mirábamos a propósito para que se sonrojaran y lo conseguimos. Yo sentía que el amor que ellos se tenían, era verdadero. Theo y yo estábamos más cerca de lo normal, rozando nuestros hombros, nos miramos sin decir una palabra y noté que una sonrisa se le escapó de los labios. Era más que obvio, yo ya no me quejaba tanto de que me mirara mientras estaba distraída, al contrario, ahora era yo la que lo miraba a él y no me cansaba de hacerlo.
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El Reflejo De Mis Sueños.
JugendliteraturLo que pasaba por su mente todas las noches al dormir se convertía en realidad. Al menos gran parte de esos sueños si, y uno de ellos era él, no le conocía y mucho menos le quería. Pero desde el momento en que apareció reflejado en sus sueños, supo...