Julia

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Desperté en la cama de un hospital. Vi a mi madre junto a mí, y más que preocupada la vi enojada.

- Cielo, por fin despiertas, te encontraron tirada en la calle. Intentaron despertarte pero no hubo manera y te trajeron hasta aquí.

- Mamá yo...

- Calla, no digas nada aquí. He hablado con el médico y le he dicho que sufrías una enfermedad que provoca tus desmayos, pero hacía tiempo que no te sucedía y por eso me descuidé - me dijo en voz baja para que nadie la escuchara - Está todo arreglado, así que, vístete que nos vamos a casa ya.

Cuando llegué a casa, vi a mi padre leyendo un periódico, tranquilo. Al oír la puerta se dió la vuelta y saludó alegremente:

- Hola cariño, ¿lo has pasado bien con tus amigos? Podía haber ido yo a recogerte a casa de Carla, pero tu madre se empeñó en ir.

Mi madre me guiñó un ojo para que le siguiera la corriente y yo asentí a su pregunta.

- Bueno - continuó mi padre - ¿te ha contado ya tu madre la buena noticia?

- No, ¿qué buena noticia?

- Dísela tú, cariño, no le he dicho nada porque sabía que te haría ilusión contárselo - contestó mi madre.

- Sí, cierto, gracias mi amor - rió mi padre - Verás, llamaron de tu instituto diciendo que tenías un potencial especial y que en este centro no podrías desarrollarlo, digamos que eres ¿superdotada? Tienes un potencial que en tu instituto no pueden aprovechar, así que, enviaron una carta a un colegio prestigioso. ¿No es fantástico?

Yo miré a mi madre, no sabía qué decir.

- Piensalo, puedes probar un tiempo y si no te convence siempre puedes volver a casa.

- Cariño, yo conozco ese colegio, tu tía fué allí. Terminarás el curso en tu colegio y el siguiente empezarás allí. Pero no te preocupes que podrás vernos en vacaciones y se permiten visitas, así que, algún fin de semana podremos vernos también. Pero vamos a tu cuarto, que estás cansada y allí te cuento mejor.

- ¿Me queréis internar en un colegio por algo que he hecho? - pregunté temerosa.

- No, no pienses mal, de verdad. Vamos arriba y te explico.

Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto. Me senté en la cama mirando hacia el suelo, no podía mirar a mi madre y no entendía por qué querían deshacerse de mí, o quizás sí...

- ¡Podrías haberme contado que tenías poderes!

¿Como? No podía entenderlo, mi madre hablaba de "mis poderes" como si fuera un tema normal y yo hubiese actuado mal. "Como si le hubiera ocultado tener un perro dentro de casa o algo parecido" pensé.

- Menos mal que un mago pasaba por aquél lugar y vio lo que sucedía, estabas en la calle tirada, rodeada de gente, llamaron a la ambulancia y el mago que te había visto en otro sitio preocupada y buscando algo, se dió cuenta de lo que ocurría y avisó a la directora de la escuela de la que te hemos hablado tu padre y yo. Viajes astrales, ¡nada más y nada menos que viajes astrales! y tú sin decirme ni pío, que no es un poder normalito que apenas pase desapercibido o no ocurra nada grave. No... Pero bueno, la directora se ha enojado conmigo por no advertirte hace años, ya que yo era bruja y posiblemente tú también. Le dije que tu padre no sabe nada de mis poderes y que si mi hija nacía sin ellos, no diría nada a nadie. Desde que dejé la escuela he tenido una vida normal, entre gente no mágica. Sólo uso la magia para hacer cosas en casa cuando no me véis, sino, esta casa sería un desastre... Tú no cuentas nada, te encierras en tu cuarto, tu mundo y tus amigos... Así que, vas a ir a ese colegio para que te enseñen magia y controlar esos poderes que tienes, que son peligrosos para tí.

Academia Willow Lake [BTS fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora