Capítulo 14

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-¿Por qué debemos esperar hasta el amanecer?- le dije un poco impaciente de estar tanto tiempo sentado esperando para que el sol se dignase a aparecer.

-Ya te dije que la única forma de entrar al pueblo de la luz, es precisamente esta: que estemos en presencia de la luz solar. Además falta poco; deja de actuar como un niñato.- me respondió Elliot un poco irritado por mi actitud.

-Pasamos casi cuatro horas volando toda la noche, y llevamos dos horas esperando para que el jodido pueblo de la luz se digne en aparecer. ¡Discúlpame si actúo como un niñato!- le dije en tono furioso.

-ya, ya. Cálmate fiera.- dijo divertido Elliot mientras me tomaba la mano.

-¡No me digas así!

-Vale, gritón. – se acercó a mí rápidamente y me dio suavemente un beso en la mejilla, fue un beso casto; pero me hizo sonrojar demasiado. – Te ves muy tierno así ¿lo sabías?

-Gra... Gracias- fue lo único que pude decir, estaba atónito.

-¿por qué no descansas un poco mientras amanece? Ven, recuéstate.- dijo halándome suavemente, dejándome acostado sobre el césped con mi cabeza posada en su regazo.

-Elliot...- fue lo único que se me ocurría decir. ME sentía realmente intimidado en esta posición.

-¿Me vas a decir que temes el contacto físico?- se rió suavemente.- Es mejor que elimines ese temor porque yo quiero tenerte lo suficientemente cerca.- se inclinó un poco y me dio corto beso en los labios.

Sus labios me hacían estremecer, me hacían perderme de toda la realidad. Sabía que él estaba haciendo un gran intento por eliminar el temor que le tenía a las relaciones con una persona del mismo sexo. Era un gran paso, y lo hacía por mí...

-¿Qué pasa?- me preguntó al ver que sólo lo estaba observando tras el beso.

-No me siento temeroso al tenerte cerca.- enredé mis manos en su cabello y lo atraje hacia mí para besarlo.

Realmente no sentía temor, él me hacía sentir refugiado de todo. Nuestro beso fue lento y tierno, sus labios se movían delicadamente sobre los míos; mientras mis manos se cernían sobre sus cabellos castaños. Era maravilloso tenerlo así; pero como todo buen momento, siempre hay algo que lo interrumpe...

-¡Ahí está, vamos!- Dijo Elliot al romper el beso y señalar hacia el pueblo de la Luz que ya iniciaba a divisarse.

-¡Estúpido e inoportuno pueblo de la luz!- susurré por lo bajo, mientras me ponía en pie.

Elliot me tomó en sus brazos, desplegó sus alas y nos llevó volando hasta el pueblo; Tal como su nombre lo dice, no puede estar más iluminado. Tiene grandes farolas que producen unos rayos cegadores, las personas siempre están tan sonrientes y alegres que incluso me producían ganas de vomitar.

-Debemos buscar como cubrirte.- Elliot me observó detenidamente- El color negro no es muy típico del pueblo de la luz.- dijo refiriéndose a mi vestuario.

-¡Epaa!- Grité exclamado- ¡Yo no me pondré ropa blanca o amarilla, me niego rotundamente! –dije cruzándome de brazos.

Pero de nada sirvió, después de 20 minutos ya estaba vestido con una capa con caperuza blanca. Definitivamente mi dignidad por el vestuario ha caído al suelo. ¡Siempre dije que nunca usaría ropa con colores tan claros!

-Te ves muy guapo. Deberías intentar usar otros colores además del negro.- dijo Elliot mientras me guiñaba un ojo.

-¡Idiota!- le dije sonriéndole y dándole un suave beso en la mejilla.

Saga Elementos y Sombras I : Oscuridad CrecienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora