Nuevo orden

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Capítulo siete

Nuevo orden



- ¡Oh, llegaste!- exclamó Hiyori mientras se abanicaba – Creí que te perderías por algún lugar ¡Ja!- dejó a un lado el abanico.

Mao estaba levemente ofendida pero sobre todo confundida.

- Mandaste a por mí un sirviente ¿Lo recuerdas? – se acercó y sentó en el suelo sobre un tatami.

- ¿Sirviente? No que yo recuerde...- volvió a abanicarse.

- Vaya... Es extraño, ahora que lo pienso ése sujeto me parece conocido –

- Bien, dejemos éstas charlas de ocio y abarquemos el tema en cuestión ¿No, Kazekage? – miró al mencionado.

Gaara mantenía una posición aislada y apartada desde el momento en que entró la princesa y lo miró. Sus sentidos se habían concentrado firmemente en ella, ignorando por un momento todo su alrededor y por sobre todo sus deberes como ninja.

Sus pensamientos giraban en torno a la imagen de la mujer que había visto hace poco tiempo atrás.

Él era un shinobi, pero también un hombre, y como tal había quedado hipnotizado nuevamente ante la belleza de aquella mujer.

Automáticamente después de escuchar las últimas palabras dichas por Hiyori, él pensó que si esto hubiese sido un campo de batalla, hubiese perdido arrasadoramente.

Él sólo asintió avergonzado en su interior, más en su exterior adquirió una mirada inexpresiva y evitó forzadamente el rostro de la princesa.

Por su lado, Hiyori lo miraba curiosa, siendo la única testigo del interés del Kazekage en la figura de la recién llegada.

- Bien, supongo que no le han dado todos los detalles de ésta misión ¿No, Kazekage? – preguntó la anciana, sin mirarlo.

- Lamentablemente no – respondió seco. Recordó la anterior conversación con el Daimyo del Viento y con Shikamaru.

- Es nuestra culpa, hemos sido necios en sólo revelar lo suficiente – se abanicó. – Como verá, nuestro plan es dar un golpe de estado. Pero me gustaría comentar el motivo de éstas acciones –dejó a un lado el abanico, y enfocó su mirada en él – Para resumirle, el Daimyo cada vez está más inestable y autoritario, tiempos de oscuridad y desesperación se viven en el interior de nuestra Nación. Ha aprobado un sinfín de proyectos inhumanos y cada vez las relaciones con el mundo exterior están peores. Tememos lo peor, por eso queremos que la siguiente generación sobrelleve ésta situación en bien de todos nosotros, y ésta joven será el principio de una nueva era – terminó a la vez que miraba a Mao.

La mencionada, desde el principio del discurso, mantuvo una postura indiferente y desinteresada.

- Hiyori-sama, al Kazekage no le debe interesar los motivos de esto. Él es un shinobi en una misión, después de todo – comenta aburrida.

La mencionada la mira desaprobatoriamente y se levanta exaltada, en cambio el Kazekage no expresa ninguna emoción al respeto.

- ¡Pero cuantas veces te he dicho que por más experimentado sea un shinobi, ellos tienen sentimientos y carga de consciencia! ¡Además es el Kazekage! ¿Sabes lo tortuoso que debe ser dejar su aldea para venir a cooperar en una misión que de salir mal afecte a su aldea? –

No otra vez (Gaara + OC + Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora