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Día 11 y 12: Un parecido razonable

Durante la mañana, Jonathan estuvo absorto haciendo varias llamadas desde su celular, sin prestarle mucha atención a mi presencia. Decidí buscar consuelo en Belén, quien había superado su trauma respecto a la obra y se había enfocado en sus obligaciones con el canal.

- ¿Así que Samuel vio a Melanie antes ese día?-. Aquello pareció dejarla pensando.- Qué curioso, te juro que no me había imaginado un romance entre ellos dos. Es decir, todo el mundo sabe que Samuel era un perro, pero siempre se le relacionaba más con Tatiana.- Se mordió los labios con nerviosismo.- Son cosas que pasan, ¿sabes? Todo el mundo conoce los trapos sucios de los jefes, pero en cuanto el esposo o la esposa llegan, nadie dice nada y actúan naturalmente. Da un poco de rabia, pero es lo normal.-

- ¿Cuántas aventurillas tenía ese tipo?-. Quise saber.-

- Más de las que podría contarte.- Me sonrió.- Es como un pequeño trato de confidencialidad.-

- Parece un negocio sucio.-

- Lo es.-

Me sentía acribillada de noticias en el vagón del metro. Algunos usuarios iban leyendo el periódico en sus asientos, y aún se veían fotos de la escena del teatro en sus grises páginas. Era increíble cuánto se había expandido el suceso.

- Me pregunto de dónde habrá sacado cianuro.- Dije de pronto.- No es que puedas ir a Farmatodo y pedirlo como si nada.- Miré a Belén, quien arrugó más la cara con ese tema.- ¿Qué tanto conocías realmente a Tatiana?-.

- Como te he dicho, la admiraba mucho. Hablaba con ella a veces. Todavía me irrita que todo el mundo la llame una asesina ahora.-

- Pero si envenenó a dos personas.- Le repliqué, sorprendida.-

- Llámame loca, Vicky, pero no me creo eso.- Meneó la cabeza.- Todo el mundo anda diciendo y repitiendo como loros que Tatiana temía del talento de Melanie como actriz, y que la había amenazado más de una vez con matarla. ¿Quieres mi opinión? La gente está agarrándose de cualquier detalle que creyeron haber visto u oído y lo están exagerando con tal de tener una historia interesante que contar.-

- Entonces, ¿dirías que Tatiana no lo hizo?-.

Belén meditó mucho su respuesta.

- Me dirás lo mismo que mi papá, que tuvo motivos y oportunidad, pero no me cabe en la cabeza. No es que esa mujer fuera mi mejor amiga, pero no entiendo por qué hizo lo que hizo. ¿Por qué matar a Samuel?-.

- Parece que él se acostaba con Melanie, ¿recuerdas?-. Empecé a decir.- Pudieron ser celos.-

- ¿Celos? ¿De ese tipo?-. Bufó y chasqueó la lengua.- Tatiana amaba a su marido.-

- ¿Entonces por qué lo engañaba con otro?-.

- No dije que fuera perfecta. Como te dije, todos conocíamos sus trapos sucios... pero no mataría a Samuel por una estupidez como esa. Samuel no ocultaba ninguna de sus infidelidades. Además, ¿por qué matarse ella misma también? No era infeliz, Tatiana tenía todo lo que quería, por eso era tan vanidosa y extravagante, podía tener problemas, ¡pero jamás se habría matado por ninguno!-.

- Veo que estás cada vez menos convencida de su culpabilidad.-

- Tal vez si no hubiera habido veneno en su copa...-. Dijo pensativamente.- Solo así tal vez hubiera podido creer que se trataba de una locura, de un crimen pasional, sin pies ni cabeza, pero escúchame bien, Vicky. El hecho de que Tatiana esté muerta no hace más que convencerme de que no fue ella la asesina.-