Desagradable

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Y pensar que antes nos hablábamos y saludábamos todos los días, éramos mejores amigos, nos contábamos todo, nos apoyábamos indudablemente e incluso cantábamos juntos... Qué irónico ¿no, Shigeru? La vida es así, tan impredecible... Es tan absurdo que yo te haya pensado, extrañado y llorado, mientras para ti yo no valía y sigo sin valer nada, hasta parece que te da asco el sólo mirarme... A pesar de todo, ahora te entiendo.

¿A quién no le repugnaría una chica que se entregó tanto a ti, como yo? ¿A quién no le repugnaría una chica que pasó ocho putos años de su vida pensando en ti? ¿A quién no le repugnaría una chica que perdonó tantos insultos y humillaciones de tu parte sólo por amor? ¿A quién no le repugnaría una chica que aún después de ser engañada y presenciar un beso tuyo con tu exnovia siguió amándote? ¿A quién no le repugnaría una chica que en el paseo de fin de curso de sexto grado se encerró en un baño a llorar únicamente porque no podía soportar que Aiko y tú permanecieran siempre juntos mientras que tú a ella la mirabas por encima del hombro? ¿A quién no le repugnaría una chica que siempre, todos los años, te deseó un feliz cumpleaños sin importarle si tú respondías el mensaje? ¡¿A quién no le repugnaría una chica que nunca perdió la esperanza de que tú le explicaras el porqué de tu indiferencia?!

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—Muy bien Seiki, ya terminamos de hacer todo lo que teníamos que hacer, ahora viene lo importante: tu reto... —dijo con una sonrisa perversa.

—Es que me da mucha vergüenza, Shige-kun... —respondí, totalmente roja.

—Algún día tendrás que hacerlo, ¿no? —insinuó, divertido. Me puse aún más roja, si es que era posible.

—P-pero... Shige-kun, ¿no te parece que es un reto algo inapropiado? —balbuceaba nerviosamente.

—No, para nada... —dijo él, despreocupado—. Somos novios, ¿no?

—S-sí, lo somos... p-pero...

—¿Acaso tendré que pedirle el mismo reto a otra persona?

—N-no es eso... es que no sé cómo hacerlo y me da mucha vergüenza... además, nuestras madres pueden llegar en cualquier momento y...

—Mi madre fue a hacer las compras con Shiori-san, y conociéndolas, llegarán aquí a las 08:30 p.m. más o menos

Tragué saliva por los nervios. No sabía si podría sobrevivir a un Shigeru así por tres horas más.

—P-pero... ¿y si...?

—Vamos, Seiki, no te va a pasar nada malo... por lo que sé, no muerdo...

—Pero no quiero hacerlo, estas cosas las hacen los adultos...

—Un reto es un reto, y tú perdiste. Ahora tienes que cumplirlo, ¿o te estás echando para atrás?

—¡P-pero, Shige-kun...!

—Qué aburrido... quizás debería retar a Ai-chan... —Apenas lo escuché, me irrité. ¿Desde cuándo usaba ese apelativo cariñoso con Aiko?

—¡No la llames así! —grité, furiosa.

—¿Por qué? —Fingía ingenuidad, yo sabía que lo hacía para molestarme, y eso me enojaba aún más.

—Porque no es nada de ti... —respondí con seriedad.

—Es mi amiga... y seguramente es más divertida que tú —dijo, provocándome.

—¡No vuelvas a decir eso, Shige-kun! ¡¡Yo soy mucho más divertida que ella, y lo sabes!! —repliqué, tratando de mantener un poco la compostura.

Alternation [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora