Necesito llegar lo más pronto posible al gimnasio, pero para eso, es necesario atravesar todo el terreno del Campo Deportivo.
Si algún docente me ve así, podría regañarme, y si algún estudiante me reconoce... es evidente lo que pasaría.
Intento evitar a la mayor cantidad de personas posible, tomando atajos y bordeando las instalaciones.
En lugar de ingresar al gimnasio por el portón principal, lo hago por la puerta trasera.
En medio del apuro me topo con alguien, cargando un trapeador y una cubeta, que junto con nosotros, terminan en el suelo.—¿Sakurai-san? —No puedo evitar sonrojarme intensamente por la embarazosa situación—. ¿Qué haces aquí? Estás empapada... y te sangra la nariz —Hayate me observa detalladamente y con preocupación, tomando mi brazo para ayudarme a enderezarme. Limpio la sangre que mencionó rápidamente.
—Lo siento, Yoshida-san, no llegué a verte —Me inclino levemente, disculpándome—. Oh, eso es porque tuve un incidente en los baños... Pero no es nada, iré a los vestuarios a cambiarme y listo —Lo miro avergonzada, deseando que mi historia suene creíble, pero su mirada dudosa me advierte lo contrario.
—¿Estás segura? ¿Necesitas ayuda? —pregunta, recogiendo los objetos del suelo. Yo lo ayudo, torpemente, y para mi alivio, la cubeta iba vacía.
—Para nada, Yoshida-san, puedes continuar con lo que estabas haciendo, yo ya me voy... Nos vemos —Finalizo nerviosamente, despidiéndome, y retomando mi camino con prisa.
—¡Sakurai-san! —grita a mis espaldas—. Volveré en 15 minutos, espérame —Asiento sin voltear a verlo, mi apariencia en este momento es un desastre.
Me adentro en los vestuarios femeninos, busco mi taquilla y la abro.
Normalmente no vengo aquí para cambiarme antes de Educación Física, me incomodaría que las demás chicas vieran mi cuerpo, y eso sin considerar los cortes. Nadie puede verlos.
De igual forma, mi uniforme sustituto está aquí.
Pero... es el uniforme básico, y Shigeru mojó el único saco que tengo a disposición. Dios, esto no podría ser peor, Hayate estará afuera en unos minutos...
Alejo mis pensamientos. Ya se me ocurrirá algo. Por ahora, tengo que tomar un baño rápido y cambiarme.
Me desnudo rápidamente y tomo sólo la toalla de mi taquilla. Ingreso a la zona de aseo, tomo asiento en un taburete, y comienzo a lavar mi cuerpo, con jabón y esponja.
Afortunadamente, como es la hora de la limpieza, no hay nadie además de mí, y no estoy corriendo riesgos innecesarios.
Abro el grifo de la ducha para ocuparme de mi cabello y enjuagar mi cuerpo.
Cuando termino, escurro mi cabello y dirijo mi mirada casualmente al espejo frente a mí, lógicamente empañado.
Me sobresalto y parpadeo confusa al distinguir una silueta a través del mismo. Me giro inmediatamente para corroborar si alguien entró a la sala sin que me percatara de ello.
Y no.
Aún estoy sola.
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo, y no puedo evitar volver a voltearme, para buscar nuevamente a esa figura. Y ahí sigue. Mientras más la observo, se torna más nítida y detallada.
Es una mujer, y fija su mirada en la mía. Lo único que soy capaz de distinguir además de eso, es su sonrisa, con un tinte perverso.
Por impulso, arrojo mi toalla sobre el objeto, cubriéndolo por completo. Intento fervientemente encontrar una explicación lógica en mi mente pero no se me ocurre ninguna.
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Alternation [Editando]
AléatoireUna adolescente intenta encontrar paz y tomar el control de su vida mientras lidia con fantasmas del pasado y problemas familiares. Pronto descubrirá que sus peores enemigos no son los que creía.