Capítulo 7

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—Entonces vamos, ¿vale? —animé y caminamos hasta la puerta de la pequeña habitación. Ya estábamos a sólo un paso de abrirla cuando una voz nos sobresaltó.

­—¿Rowan, _____? ¿Qué hacen? —preguntó...

—¿Corey?

—Y Peyton —dijo éste, apareciendo detrás de Corey.

—¿Que hacen? —volvió a preguntar Corey.

Rowan y yo nos miramos como si buscáramos respuestas de la otra, luego asentimos y empujamos a los dos confundidos chicos hasta un closet, lo suficientemente grande para caber los cuatro allí.

—¿Qué diablos hacen? —exclamó Peyton, asustado.

—¡Chito!

—¡No me chites, Rowan! ¡QUIERO EXPLICACIONES! —chilló.

—¡Que te calles, joder! —grité/susurré en español y, como era de esperar, los tres fruncieron el ceño.

—¿Qué?

Rodé los ojos.

—Que te calles y entren los dos —dije, ahora si en inglés y ellos me obedecieron.

Entramos en el oscuro closet, que en realidad no era tan grande como pensé y los cuatro estábamos apretados como sardinas en una lata; Corey y yo estábamos pegados, al igual que Peyton y Rowan.

Una palabra: Incomodo.

—Bien, ¿ahora si pueden explicarnos? –susurró Peyton.

—Te lo diría si pudiera respirar —se quejó Rowan.

—Nada de nada —negó Corey—. Nos dicen que estaban haciendo o empezamos a gritar como locos.

—¿A caso comiste papas fritas? —pregunté.

—Si... —respondió un poco avergonzado—. ¡Pero, oye! ¡No me cambies el tema!

—¿Se lo decimos, _____? —preguntó Rowan, mirándome. Yo bufé.

—Bien. Pero, Corey, muévete porque...

Alcé mi vista para reclamarle pero no me di cuenta que estaba muy cerca y... Diablos, nunca me di cuenta del color de sus ojos; son azul profundo y brillaban en la oscuridad del closet. Son hermosos, sin duda. Pero... ¿porque no los noté cuando casi lo mato?

—¿_____? —Chasqueó los dedos frente a mí y reaccioné—. ¿Qué tienes?

—N-nada es s-solo que... ¿Muévete quieres?

—Claro, cuando tenga espacio —se sacudió para zafarse de la esquina del closet pero en vez de eso, lo que hizo fue que el closet se tambaleara y...

—¡AAHHH! –y cayera.

—Gracias, Corey... Idiota —susurré con sarcasmo.

El closet se cayó, creando un estruendoso ruido al golpear el suelo. Rowan cayó encima de Peyton y yo de Corey y, para mi suerte, el lado en donde tenía la puerta quedó de boca arriba así que salí sin problemas y ayudé a los demás a salir también.

—Gracias —dijo Corey cuando lo ayudé a levantarse—. Pero no te salgas del tema, _____; aún tienen unas cuantas cosas que explicar —se cruzó de brazos, firme.

—Rowan —la llamé.

—¿Si, _____?

—¡A CORRER!

Y acto seguido: corríamos por los pasillos del estudio con Corey y Peyton pisándonos los talones.

—¡TRAMPOSAS! —oí gritar a Peyton.

Al Estilo De Disney Channel [Corey Fogelmanis y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora