No puedes dejarme » l.h

Diagnostico.

                           Los ojos de Liz solo mostraban una sola cosa: Tormenta. Mis manos estaban frías a mis costados, y entonces la tormenta que llevaba Liz en sus ojos desato su más grande golpe, azotando todo a su paso, llevando consigo toda pizca de cordura y razonamiento. Como cuando sostienes mucho tiempo el aire en tus pulmones y lo liberas todo de golpe. Andrew sostuvo el costado de su mujer mientras ella peleaba su lucha interna. Ben abrazó a su recién esposa como si la vida dependiera de ello. 

El tiempo se suspendió en el aire y todo pasaba en cámara lenta para mis ojos. Ahí estaban mis padres. Ámbar. Grace. Jared. Miles. Ellos estaban en plena tormenta y no podrían cubrirse, yo no podría cubrirme. Ellos me miraban con esos ojos, su miraba era una mezcla de viejas canciones tristes, cigarros a medio terminar y palabras mudas cargadas de pena. No no no no.

 Solo para ese entonces unos brazos me quitaron de mi lugar, de la puerta. Volví mi atención al propietario y unos ojos a través de un tapabocas me gritaban que no podía estar ahí. Retrocedí tres pasos y la habitación volvió a llenarse de médicos. Solo para ese entonces el doctor soltaba palabras que para mi eran sin sentido. Busqué con mi vista entre el medio de enfermeros, buscando mi calma. Él seguía ahí, tranquilo. El mismo chico que me quito de la puerta hace unos segundos, inyectaba algo en el suero de Luke, mientras que entre dos más movían la camilla de su lugar, lo iban a sacar. Mi sentido de alerta se encendió y cuando iba a protestar los brazos de Jared me sujetaron. ¿Qué esta pasando?. Fue cuando unas palabras llamaron toda mi atención.

—TCE[1]. Provocado por el impacto al frenar el automóvil. —Mi labio temblaba y mi garganta picaba, pero mis ojos no se despegaban del Doctor—. Esto quiere decir que el cerebro se vio sometido a fuerzas de aceleración y desaceleración. En estos tipos de lesiones el cerebro se sacude violentamente hacía adelante y hacía atrás. Lo que llamamos golpe - contragolpe. Chocando por la parte anterior y posterior del cráneo.

—¿Puede traducir eso, por favor? —La voz de Andrew salió dispersa entre nosotros. El Doctor asintió a una enfermera y recibió unos papeles. Alzó la vista al papá de Luke.

—Debemos operarlo de una vez por todas. Tememos que el daño sea más leve, para evitar una posible hemorragia y cuidar los axones de las neuronas. Los cables de una computadora tienen que estar completos sino, la información no podría viajar de un punto a otro. —Liz sollozaba en los brazos de su esposo. Los ojos de Andrew se abrieron entendiendo lo que el Doctor decía, todos lo habíamos captado. Mi pecho se contrajo y mi cabeza dolía. Miré como se llevaban a Luke de inmediato y quise ir detrás de él.

—¡No! —mi garganta ardía y sabía que estaba llorando. Las puntadas sobre mi ceja palpitaban pero no me importaba—. ¡Tiene que traerlo de vuelta! —me removía en los brazos de mi hermano, mi madre trataba de contener sus lágrimas y Liz su corazón alterado. Ben abrazó a su madre y Andrew apoyaba su frente en la pared, lloraba.

—Señorita —el Doctor toco mi hombro pero yo me moví bruscamente. Los brazos de Jared apretaban mi cintura impidiendo mi escape—. Debe tranquilizarse, prometo hacer todo lo posible.