Gritos al vacío (GAV #1)

Señales

¿Señales? Fue lo que más le di. De todas las formas posibles, de humo, indirectas y hasta misiles directos con mis sentimientos. Pero parece que el sexo opuesto entiende lo que desea entender y si llegan a captar tus mensajes y se los niegas por algún momento, entonces descartan la posibilidad. ¡Pero, por favor! Que no se atreva a decir que no le quise, que no se asomen las palabras que me inculpan de haberle roto el corazón. Porque él firmó su sentencia. Por si mismo dijo que no pasaría nada con nosotros. ¿Podriamos ser amigos? No, no me trataba igual. Por si mismo dijo que prefirió alejarse de mi. Por si mismo me destrozo en lo más mínimo. Por si mismo dijo que no me extrañaba y, que tampoco lo haría. Entonces no tengo nada más que esperar, no tengo que guardar esperanzas. Aun así sea yo quien recuerde la promesa que hicimos de intentarlo alguna vez. Aun así me siga doliendo en lo más profundo, ya no queda más. Sin embargo, estoy consciente de que hay o habrá algo más. Y tal vez por eso no pueda olvidarlo del todo. Porque quedan palabras nunca dichas, sentimientos sin revelar, situaciones que no discutimos con el otro. Pero lo peor es este sentimiento de impotencia que me queda, porque quisiera aclararlo todo, desearía que se pusiera los pantalones para hablarme y decir esas cosas que sintió, porque ya he hecho mucho. Porque ya me he descubierto a sus ojos y parece no ser suficiente para él. Parece no tener las agallas de decirme las cosas que a mis amigas pudo revelar. O tal vez simplemente sea todo cosa mía, tal vez nunca gustó tanto de mi como dijo. Tal vez esta historia la formé yo sola y la terminé de la misma forma.