Luna Oscura.

Capítulo 32.

No sabía que hacer, estaba conteniendome para no lanzarme a sus brazos y decirle que lo amaba, que lo extrañe inmensamente.

—Alex yo... —no me deja terminar la frase porque vuelve a hablar.
—no digas nada, piénsalo bien Jane, piénsalo muy bien —dice con voz suave y cálida.

Yo cierro los ojos y clavo mis uñas en el sofá ¡maldita conexión! Quiero lanzarme a sus brazos y besarlo salvajemente hasta dejarlo sin aliento.

—Jane el dice la verdad, se ve que está arrepentido —dice mi luna como si hablará con una niña.
—lose Jenny pero no es tan fácil perdonarlo —digo suspirando.
—no es difícil, tu hubieras echo lo mismo —me sonríe de forma dulce.

Quizás mi loba tiene razón, quizás yo hubiera echo lo mismo para sobrevivir, pero de todas las lobas ¿tuvo que ser mi madre? Alex me mira anhelante, con tristeza y nostalgia.

—estare arriba —digo en susurro, camino en dirección a las escaleras y por un momento Alex y yo quedamos frente a frente.

Su aroma me invitaba a lanzarme a sus brazos y perderme en el, el lentamente levanto su mano y acarició mi Mejía suavemente, yo cerré los ojos gozando de su tacto, queriendo más que una caricia, pego su frente a la mía y su respiración chocaba en mis mejias, sus labios apenas rosaban con los míos.

—te extrañe tanto —dice en tono angustiado.
—tenía miedo de no volverte a ver —una parte de mi se puso feliz al escuchar esas palabras, me había extrañado.
—yo también te extrañe —dije en voz muy baja.

El de un movimiento me carga en sus brazos llevándose arriba, yo dejo salir un grito de la sorpresa.

—no hace falta, puedo caminar —digo sería, me dificulta caminar pero no es para tanto.
—si pero no quiero que te lastimes, aún no a sanado la herida.

Subimos y entramos a una habitación las paredes eran de blanco con Rosa suave, la cama era grande color blanca con muebles color negro y mesitas de noche a cada lado de la cama,alex me deposito suavemente en la cama y me dedica una tierra sonrisa.

—descansa,te traeré algo de comer.

Y se marcha de la habitación, me siento feliz al tenerlo a mi lado, me siento completa, lo había extrañado demasiado y eso me desconcertaba, me acomode en la cama y mire cada detalle de la habitación, Es acogedora.

Entonces en un segundo me invade un mareo insoportable,entra Alex con la comida y al verla me invaden más náuseas con dificultad llego al baño lo más deprisa posible y expulsó todo lo que se encontraba en mi estómago arcadas sacudían mi cuerpo de forma violenta.

Alex entra preocupado al baño y yo le hago un gesto para que no se acerce.

—vete,ya saldré —digo abochornada,nunca había tenido mareos, náuseas ni nada por el estilo.

—eres mi esposa Jane ¿estas bien? —me pregunta preocupado y yo asiento lentamente.

—traeré a un doctor —dice saliendo del baño, yo me levanto y lavo mi boca repetidas veces.
—no hace falta —digo bajando las escaleras.
—claro que si, regresa a tu habitación —dice en tono autoritario.

Yo pongo los ojos en blanco y regreso a la habitación, no tengo apetito.

~°~

—¿solo mareos? —pregunta el doctor.
—si así es —digo cortante odio los doctores.

Alex insistió que me debía de ver un doctor, así que aquí estoy siendo cuestionada por el doctor, es de mayor edad, piel morena con ojos cafés y cabello oscuro.

—le haré unos exámenes —dice sacando cosas de su maleta.

Me da un frasco ya se imaginan para que, me sentía incómoda pero no tenía más remedio, fui al baño, después sali y le di al doctor el frasco el lo vertió en una máquina que no tengo ni la menor idea de para que sirve.

El médico me dedico una tierna sonrisa y me dijo.

—esta embarazada —dice en tono conciliador.

Esas palabras se quedaron atoradas en mi mente, haciendo eco una y otra vez embarazada.