Capítulo 5

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Me encontré desolada, aturdida, confundida y pérdida...

Estaba de nuevo en un bosque era diferente al último no sabría cómo describirlo era tranquilo, demasiado tranquilo. Vi un sendero a través de los árboles y me dirigí allí, caminé y caminé cada vez que daba un paso era como si retrocediera dos más.

Cuando vi el sendero no estaba tan lejos, pero ¿Por qué me cuesta tanto llegar? Siento que he caminado horas y me duelen los pies.

¿Será una ilusión?

Nunca me ha pasado esto, cada vez que doy un paso y no logro nada siento que mi vida vale cada vez menos aunque en realidad no necesito soñar para saber que es así.

Decido rendirme. Total, no iba a lograr nada, nunca logro nada, nunca he hecho nada de lo que pueda sentirme orgullosa o de la que me pueda alegrar y rendirme es lo que siempre hago y siempre lo haré, es lo único seguro que tengo.

Es mejor no ilusionarse por algo que tal vez nunca llegará, a pensar en algo que al final te lastimaría. Sé que tal vez es  algo cruel pero ¿Qué puedo hacer? La vida es así y no se puede cambiar.

Me siento para descansar un poco, apoyo mi espalda al tronco de un viejo árbol sin vida, sin ramas y vacío. Pienso en voz alta; ¡Que ironía! es igual que yo.

Estoy tan hundida en mis males, en mis maldiciones, en mis tristezas, en mis demonios que dudo mucho que algo o alguien me pueda salvar de ésto que tengo, de ésto que siento, pero ¿Quién querría salvarme? Si no valgo nada.

Abro los ojos, pero todo está oscuro, me doy cuenta que estoy llorando de nuevo y es ahí donde descubro que estoy tan deshecha por fuera como por adentro. Lloro aún más porque me siento muerta, no tengo motivos para seguir viviendo, porque no estoy viviendo, no estoy disfrutando, no me siento feliz.

Oigo que me llaman, pero no hago nada, cierro mis ojos sigo llorando, su voz se escucha más fuerte y siento que sacuden mi cuerpo.

-¡Elena despierta!.- Jaden me sacude hasta que despierto finalmente.

Los abro de nuevo y me encuentro con Jaden muy asustado, me toco la cara y está toda mojada por las lágrimas que he derramado.

-¿Estás bien?.- Pregunta incrédulo.

-Sí, estoy bien, tranquilo.- Digo mientras me seco la cara.

-¿Por qué llorabas? ¿No estabas durmiendo?.-

-Sí dormía, creo que fue culpa de la película.- Intento desviar su atención para que le reste importancia.

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