Capítulo 39

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Quisiera empezar diciendo que después de varios meses las cosas fueron mejorando, pero todos sabemos que no fue así.

Mi mamá volvió a su trabajo como enfermera, pero ahora con tandas mucho más largas. Sale de la casa temprano y regresa tarde. Ahora que tenemos más confianza le he contado sobre el asunto de Jaden y ahora está más tranquila cuando me deja sola en casa.

Quisiera decir que Jaden y yo volvimos hacer amigos, pero eso ya no es posible, no después de lo que hizo o dejé que me hiciera. Él si me apoyó en mis momentos de crisis pero nunca me ayudó a mejorar.

¿Qué es mejor, apoyar algo malo o no ayudar en nada? Pues ninguna fue buena para mí.

Con Emely hablo casi diario, me cuenta todo lo que pasa allá, me dijo que Eliécer y Amanda ya hicieron su relación pública. Me alegro mucho por ellos, es horrible tener que ocultar la felicidad misma hacia los seres que amas por miedo. También me ha dicho que ella y Sam se han acercado de una forma que ni ella misma puede explicar y que Will está menos tonto.

Al principio le pedí a Emely que no me contara nada sobre Kilian, pero un día la curiosidad me mataba. Me estuvo "informando" sobre él.

Me contó que al principio nadie lo veía, se la pasaba encerrado en su habitación, después de unas semanas volvió a reunirse con el grupo y se veía nefasto. Sin afeitar, con los ojos rojos e irritados, con ojeras y demás. No sentí lástima por él, ya que yo me encontraba en el mismo estado por varias semanas. El amor duele, pero la traición duele más.

Emely no ha parado de decirme que al menos le dé una oportunidad para que me cuente su versión de los hechos. Pero para mí no hay nada que contar. Me engañó, listo.

Ahora lo más importante para mí es terminar mis estudios. Aún no sé que haré con la mansión en Manchester. Sé que era muy importante para mi padre, pero con todo lo que pasó allá, no sé si quiera mudarme.

Mañana debo entregar 3 informes y hacer una exposición en clases. Adivinen. Tengo esa clase con Jaden y Ashley.

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Ya tengo todas las fichas hechas para mi exposición de hoy y los informes los entregué temprano en la clase anterior.

Entro al aula, dónde todavía no ha llegado el maestro y todos están conversando mientras esperan. Y cómo yo no tengo a nadie con quien hablar, me dedico a repasar las fichas. Mi exposición se trata de literatura, escogí una frase célebre de un autor y debo exponer mi opinión, si estoy de acuerdo o no.

Entra el maestro al aula y todos guardan silencio. Se dirige a su escritorio y coloca todos sus papeles encima de éste.

--Buenos días alumnos, pasaré primero la lista de asistencia y después comenzamos con las exposiciones.- Explica mientras saca la hoja.

Me pongo un poco nerviosa, no por mi exposición, si no por el hecho de que tendré que pararme delante de Jaden y de todos mis compañeros de clase. Giro la cabeza hacia dónde está él, tratando de disimular un poco y claramente puedo notar que tenía bastante tiempo mirándome, ya que volteó hacia otro lado cuándo me pilló viéndolo.

--Elena Collins.- Llama el profesor.

--Presente.- Digo levantando un poco la mano.

--Pase adelante.-

Bueno, aquí voy.
Me paro derecha enfrente de toda la clase.

--¿Qué frase célebre escogió y cuál es su autor?.- Pregunta antes de anotar.

--Escogí a Pablo Neruda, y la frase célebre que me llamó la atención de él fue "La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos."-

--Bien ¿Qué opinas al respecto?.-

--Yo opino que esa frase es una clara muestra de la hipocresía del mundo.- Al decir esto, el profesor abre bastante los ojos y me mira sorprendido. Él y toda la clase.

--Explique lo que acaba de decir.- Todo el mundo está interesado en lo que diré.

--Bien, Pablo Neruda prácticamente se refiere, que debemos ser felices sin importar todo nuestro entorno o las personas a nuestro alrededor. ¿Acaso no es una clase de egoísmo el pensar en uno mismo sin tomar en cuenta el daño o lo que le causamos a los demás para nuestro bien propio? Y no sólo eso. ¿Cómo puedo ser feliz si veo cómo el mundo es envenenado cada vez más por las mentiras e ignorancias de las cuales no carece?. Si eso no es una muestra de la hipocresía y egoísmo, profesor, digámelo.- En el aula se forma un silencio sepulcral. Claramente el profesor se queda estupefacto ante mi respuesta. Y guarda varios segundos antes de responder.

--Señorita, en ese sentido.....

Unos aplausos interrumpen al profesor y todos dirigen la mirada hacia la persona que aplaude.

No puede ser.

Kilian en vivo y en directo. Mostrando sus increíbles hoyuelos al sonreirme y su mirada tan coqueta cómo siempre. Deja de aplaudir y mi cuerpo se queda inmóvil al verlo y no puedo ni siquiera decir una palabra.

--Disculpe joven, ¿Usted es de esta clase?.-
Pregunta el maestro.

--No, yo sólo vine a buscar a la señorita Collins, la ha llamado el director.- Dice educadamente.

El profesor incrédulo me da permiso para retirarme.

¿Para que querrá verme el director? Espero que no haya pasado nada malo.

Tomo mis cosas y lo último que veo antes de salir es la mirada enojada de Jaden.

No miro a Kilian, simplemente me voy caminando hacia la oficina del director ignorando completamente su existencia.

--Elena.- Dice mientras me toma del brazo y me gira frente a él.

--¿Qué diablos quieres?.-

--El director no te llamó, lo dije para sacarte de ahí.- Lo miro sorprendida y me suelto de su agarre.

--¿Eres imbécil? ¿Para qué hiciste eso?.- Le grito enojada. Al ver que no tengo respuesta de su parte, camino de vuelta al curso.

--Espera.- Me persigue.

--¡¿Qué?!.- Grito casi llorando.

Kilian me mira tristemente. Y pone su mano en mi mejilla para secar una lágrima rebelde, mientras me acaricia. Debí impedir que me pusiera un dedo encima, pero no pude. Todo mi cuerpo se estremeció al sentir su tacto, cómo si lo extrañara. Y Dios sabe que no es mentira.

Trato de reponerme de nuevo y con todo el olor de mi alma, quito su mano.

--Vine para verte.- Me mira directamente a los ojos. Y por primera vez en mi vida puedo notar que una lágrima suya ha caído en su rostro de diablo.

--Bueno, ya me viste. Así que vete por favor.- Hablo con la voz temblorosa siendo incapaz de verlo a la cara.  

--No te dejaré ir de nuevo, tu maestro piensa que estás con el director, así que ahora vienes conmigo.- Dice mientras me toma la mano y me saca de la escuela.

Sólo espero no equivocarme de nuevo.



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