--Estoy super nervioso.- Digo mientras fumo y agarro la rosa temblando.
--Tranquilo viejo, que ella está loca por ti.- Dice Will mientras se recuesta en el muro. --Ella te ama y eso es lo que importa.-
He analizado en la mil y un manera en que puede reaccionar Emely, pero ninguna me convence. Madre mía, estoy muy liado con ella.
Todo pasó muy rápido, dejé de verla como mi mejor amiga y pasó a ser la persona por la que me levantaba en las mañanas, por la que sonría a diario, por la que daría todo a cambio de nada.
--¡Ey! ¿En qué pensabas?, tienes media hora sonriendo como idiota, ya te iba a golpear.-
--En ella.- Me limito a decir. Ahora que Eliécer está con Amanda, nos hemos distanciado un poco y Will me ha acompañado en todo momento, siendo o no un tarado.
--Vale pues, creo que ya casi se acerca la hora, mejor me voy a mi lugar a preparar todo.- Se va detrás de unos árboles a armar la sorpresa de Emely.
Ya no puedo controlar los nervios. Arrojo el cigarrillo y pongo la mente en blanco, necesito hacerlo bien; calmado, relajado y claro. Debe entender que la amo como a ninguna otra y sin importar todo lo que dicen de mí o de ella, nuestro amor debe ser. Sigo repasando el discurso en mi cabeza cuando escucho a alguien acercarse. Volteo poniendo la rosa atrás de mi espalda.
Es la chica más hermosa de esta tierra, tan sencilla, tan espontánea, su mirada tan intensa y sin ninguna pizca de malicia, sus labios carnosos y listos para mí. Es todo lo que deseo. Me dirige una mirada cálida, está feliz de verme y yo a ella.
--Ten.- Le entrego la rosa color Coral, su favorito. Incrédula toma la rosa mientras la observa y se detiene un segundo a olerla y tocar sus delicados pétalos.
--¿Samuel Anderson dando rosas? ¿Es acaso una broma o querías ver que cara ponía?.- Dice relajada.
--No, lo hice porque sé que son tus favoritas y quería regalarte una. ¿Es un crimen querer darle una rosa a Emely Brown?.-
Se carcajea, amo su risa. Cuando termina viene hacia mí, me abraza y apoya su cabeza en su pecho. Le correspondo el abrazo, acercandola más a mí y acariciando su cabeza.
--Hola.- Digo al darme cuenta que ni siquiera nos hemos saludado.
--Hola Sam.- Dice mientras se separa un poco de mí. --Gracias por el detalle.-
--No me des las gracias antes de.- Digo mientras la llevo lentamente a la sorpresa.
--No entiendo, estoy hablando sobre mi rosa.- Dice confundida mientras camina.
--Tranquila, mira hacia el frente y no des la vuelta.- Le hago señas a Will.
Éste enciende las luces para dejar ver lo que hice para ella, un arbol lleno de luces, despegado de todos los demás, con velas y lámparas de papel.
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Sigue mirando todo cuando se topa con una nota, al recogerla y leerla se queda inmóvil unos segundos, con lo que puedo aprovechar y ponerme de rodillas.
Emely POV
Y cuando volteo ahí está, con su perfecta sonrisa de galán de oro, de rodillas y con una joya en sus manos lista para entregarmela.
--Emely Brown, me harías el chico más afortunado de esta tierra, aceptando ser mi novia, ¿aceptas?.- No sé que decir o nisiquiera sé que hacer.
En un momento de debilidad simplemente las lágrimas escaparon de mis ojos. Haciendo que me arrodille junto a él y lanzándome a sus brazos.
--Me gustan este tipo de reacciones, dónde ni siquiera hace falta responder.- Sonríe y yo también lo hago. Por primera vez en mucho tiempo me siento en casa.
--Ey, pero me tienes que responder, sino, no.- Se queja y empiezo a reírme. Mientras me alejo un poco, él se pone la tarea de secarme cada una de mis lágrimas y besando mis mejillas como si fuera una bebé.
--Acepto.- Veo una luz en sus ojos, que no quiero que se apague jamás.
