Untitled Part 4

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                                         Durante las siguientes semanas las escuelas habían cerrado por la creciente epidemia que la escuela estaba siendo sometida. Para el disguste de muchos la obra quedó cancelada, Misato estaba cada vez más atareada por los casos que estaban asechando a la ciudad, no se sabía cómo aquella misteriosa enfermedad podía atacar. Por lo pronto ella quería sacar a sus dos sobrinos del área contaminada pero Gendo se lo impedía, no podía hacer mucho. Asuka estaba en el área naranja del reclusorio de menores aparentemente había perdido completamente el juicio. Misato fue a visitarla varias veces a la clínica, la personalidad de Asuka dejó de ser agresiva e insolente a una sometida y sumisa. Mostraba una mirada perdida y su largo cabello brillante ahora se encontraba completamente desaliñado. Según contaban las enfermeras todas las noches Asuka despertaba gritando, pues según comentaban había una imagen que la atemorizaba. Misato intentó hablar con Asuka para que le dijera qué clase de imagen era la que la que le estaba torturando pero no obtenía respuesta. Finalmente, Asuka presentó como todos los primeros síntomas del virus desconocido. Para mala suerte de Misato, Gendo y sus secuaces se la llevaron al laboratorio de Nerv para hacerle unos cuantos análisis. Gendo también se las arregló para que Misato quedará fuera de la supervisión de Asuka. La mujer de pelo añil comenzaba a sentirse impotente. Las cosas en casa tampoco habían mejorado, Misato le había prohibido a Shinji salir a la calle pues las calles estaban llenas de cadáveres y fosas comunes. La mujer intentaba llevarse a Shinji a otra ciudad pero como siempre su padre intervenía y no hacía nada. Otra cosa por la cual a Misato no le agradaba para nada la situación de su sobrino es que todos los días, Shinji llegaba en compañía de un jovencito simpático de cabellos grises. Todo el día se la pasaban juntos e incluso tenía cierta cercanía erótica, a veces Kaworu acariciaba la mejilla de Shinji u otras veces le daba un beso en la comisura de los labios. Shinji parecía hipnotizado por él. En una de las tantas tardes que Shinji se encontraba atendiendo otros asuntos, Misato se propuso ir más allá y preguntarle cosas más personales al joven peli-gris quien aparentaba ser un muchacho muy amable. Aunque esa amabilidad a Misato le parecía un tanto extraña. La atractiva mujer se sentó en la pequeña salita al lado del muchacho peli-gris, éste solamente le sonrió.

- Señorita, Katsuragi.

- Nagisa-Kun. Dijo ella.

- He sabido que han internado a Asuka-San en los laboratorios de Nerv.

- Sí. Espero que encuentren una cura. Realmente Asuka se está deteriorando.

- Eso es porque un dios la está castigando. Por robarle algo sagrado. Los humanos no se deben meter con los deseos de los dioses. ¿no cree? Dijo el joven peli-gris dando una sonrisa siniestra que aterrorizó a Misato.

- Nagisa- San. No deberías decir esas cosas tan espantosas. Ningún humano en el mundo merece ser castigado.

- Ella sí. Dijo Kaworu susurrando. Es mala y cruel. Y me robó algo que me pertenece.

- Asuka es una chica que no ha tenido suerte. Intervino Misato.

- Mi Shinji tampoco y sin embargo, es un chico que merece todo mi amor.

- Vaya, no sabía que a Nagisa Kaworu. Le gustarán los chicos. Dijo Misato tratando de sonar irónica. Bueno, todos los guapos son gays..

- ¿Qué es ser gay? Preguntó Kaworu. Que extraños son ustedes. El amor no conoce género y ustedes pretenden hacer una calificación ¿está mal el amor de un chico hacia otro chico, Katsuragi-san? ¿se avergüenza de su sobrino?

- No me avergüenzo de nada. Dijo Misato visiblemente indignando. Y contestando a tu pregunta no, no está mala. Al fin y al cabo uno no elige de quién enamorarse.

Por otro lado, cada vez que intentaba hablar con Kaworu esté parecía absorto en algunas definiciones. Daba la impresión de comportarse como un niño que apenas está descubriendo que el cielo es azul. Cosa que despertó más la curiosidad de Misato.

- Pero dime, Nagisa-kun

- ¿Dónde vives?

- Mis tutores me dieron un departamento cerca de aquí.

- ¿ah. No tienes padres?

- No. Dijo él sonriente.

- ¿ni un familiar?

- Ninguno.

Misato estaba cada vez más interesada en aquel extraño muchacho. Algo no le gustaba de él, su apariencia, personalidad y cabello. Kaworu Nagisa no pertenecía a este mundo y todo ese amor que el profesaba por Shinji parecía ser un engaño. Misato se llevó la mano a la frente dando un suspiro, Kaworu solo la contempló como se desplomaba en el sofá, con creciente curiosidad se acercó a ella y le preguntó si estaba bien. Misato al parecer cambio de nuevo su actitud y sus ojos tornaron un brillo muy especial.

- ¿Qué pretendes con mi sobrino?

- Amarlo. Dijo.

- ¿Cómo puedes amar si le acabas de desear el mal a alguien? Kaworu Nagisa. Tú no tienes ni idea de lo que es el amor o amar si siquiera.

- Claro que lo tengo. Dijo Kaworu sintiéndose un poco extraño. -.

No sabía porque pero aquellas palabras tan duras de Misato Katsuragi extrañamente le provocaron un dolor sumergido entre la cólera y la rabia. Era algo que nunca antes había sentido. Un sentimiento que él desconocía. Misato lo notó puesto que la mirada del chico fue muy diferente. Sin más se paró delante de él, lo tomó de la mano y lo llevó a la habitación de Shinji donde éste dormía plácidamente. Misato tomó el rostro del muchacho peli-gris, clavándole las uñas a la mandíbula de porcelana de Kaworu, obligando al muchacho a voltearse a ver a Shinji.

- ¿Lo observas? ¿no? Si osas tocarle un solo pelo a Shinji y a Asuka. Ése día será el último que tus ojos vean.

Misato retiró su mano de forma brusca, mirándolo con cierto desdén. Fue allí donde Kaworu se dio cuenta de que Misato también amaba a Shinji, quizás lo quería más que él. Pero no de manera erótica sino de forma diferente. Una forma que no tenía nada que ver con el erotismo, una forma mucho más fuerte algo que él jamás podría otorgarle a Shinji. Sin embargo, a pesar de las limitaciones de Kaworu éste solamente se sonrió así mismo y se colocó al lado de la cama de Shinji mientras que con sus níveos dedos tocaba el rostro de su amado. Kaworu lo miraba como si fuera la única cosa importante de su vida. El joven Nagisa a pesar de aparentar quince años, en realidad había tenido una experiencia de vida muy corta. Cuando nació en aquel laboratorio de SEELE, automáticamente ya era un chico de quince años, sus creadores solo le dijeron que debía exterminar a la humanidad esa era la única razón de su existencia. Pero Kaworu a menudo pensaba qué seguía después, podría después de eso tener una vida normal qué haría con Shinji si él era Antígona significaba que él al igual que Rei debían morir a manos de Shinji. El joven de cabellos grises de nuevo sintió como unas débiles lágrimas se resbalaban de su barbilla.

- Tal vez, tiene razón. Se dijo Kaworu. Tal vez no tengo ni idea de lo que es realmente amar a alguien. ¿Qué es amor? ¿Qué es deseo? ¿Qué soy yo?

A la mañana siguiente Shinji se despertó con los rayos del sol tocándole la cara. Había dormido bastante bien para variar Misato no estaba en el departamento, pensaba Shinji que se había ido a trabajar. Lo más raro de todo es que no había ni una nota que era las que generalmente ella dejaba. Sin más Shinji prendió la televisión y se puso a buscar cualquier cosa en la televisión. Ya no había buenas películas, ni series de comedia como la de Friends, en su lugar había puras gráficas sobre cuantos países empezaban a enfermarse. 


Hoola. 

Mis historias no tiene mucho estilo. Pero está parte me gustó tanto que decidí publicarla. La cosa se está poniendo buena. En el resto del fin de semana publicó lo que digo. Solo aviso que tal vez está historia tenga un final inesperado. Quizás los trolleare de nuevo, o quizás no? 


AntígonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora