Llegamos a la cafetería tras un corto viaje en coche escuchando las canciones que sonaban en la radio. Entramos y nos sentamos en una mesa pegada a la ventana desde la que podíamos ver a la gente que paseaba por la calle.
- Buenos días y bienvenidos, ¿qué desean tomar? - nos preguntó la camarera.
- Buenos días, a mi me gustaría tomar unos huevos revueltos con un zumo de naranja y un café solo - respondió Ethan
- Y tú Madison, ¿qué quieres? - me pregunto dirigiendo su vista a mí. Me lo terminé de pensar unos segundos y le dije a la camarera - A mi me gustarían unas tostadas con un café con leche, por favor - respondí educadamente.
- Por supuesto, enseguida se lo traigo - nos dijo ella, dirigiéndonos una dulce sonrisa. Nuestros pedidos llegaron y pudimos disfrutar de un riquísimo desayuno mientras charlábamos tranquilamente.
- Bueno y ¿dónde tienes pensado llevarme después de desayunar Ethan? - pregunté mientras apoyaba la cabeza en mis manos y le miraba con una sonrisa.
- ¿Y cómo sabes que tenía pensado llevarte a algún sitio? - me respondió con otra pregunta mientras cruzaba los brazos y me miraba también con una sonrisa.
- Ya sabes, yo lo sé todo - dije mientras le guiñaba un ojo y me hacía la interesante
- Te lo ha dicho Sam ¿verdad? - dijo mientras se reía y negaba con la cabeza
- Nunca te puedo sorprender si se lo cuento a ella - me reí, y es que era verdad, en el tiempo que llevábamos saliendo cada vez que Ethan intentaba sorprenderme le pedía ayuda a Samantha y ésta siempre acababa diciéndomelo, aunque no fuera su intención.
- Sabes que no lo hace a posta, es una despistada y se le escapa - dije mientras veía como llegaba la camarera con nuestro pedido y lo dejaba sobre la mesa, le dimos las gracias y seguimos con nuestra conversación mientras ella se iba.
- Bueno, por lo menos se me ocurrió la brillante idea de no decirle a donde tenía pensado llevarte esta vez - me contestó mientras se llevaba el primer trozo de los huevos revueltos a la boca
- Eso sí, algo de sorpresa si que va a ser - reí y empecé yo también a comer mi delicioso desayuno.
Una vez hubimos terminado le dije a Ethan que necesitaba ir al baño a lo que él me respondió que fuese mientras que él pagaba, protesté por no dejarme pagar a mí el desayuno pero me contestó que era mi cumpleaños y que de ninguna manera iba a pagar yo, aunque precisamente por ser mi cumpleaños debería ser yo quien pagase, pero no hubo manera de hacerle entrar en razón. Rodé los ojos y me dirigí al baño.
Cuando salí por la puerta me choqué con un gran cuerpo masculino.
- ¡Eh! mira por donde vas - me reprochó él con un tono exageradamente borde mientras se daba la vuelta.
- Si no estuvieses parado en medio del pasillo no me habría chocado contigo imbécil - le respondí de la misma manera mientras subía la mirada a sus ojos y veía lo atractivo que era, pero eso no me hizo ablandarme, por muy guapo que fuera podría haberme contestado mejor, y más cuando ha sido su culpa
- Pero mira lo que tenemos aqui, guarda las uñas gatita, ¿es que acaso este sitio es tuyo para que me digas dónde puedo y no puedo estar? - me dijo mientras ladeaba una sonrisa arrogante y mordía el pequeño aro que tenía en la comisura inferior izquierda. Ignoré lo bien que le quedaba ese piercing y volví mi mirada sus ojos para contestarle, aunque se percató de mi mirada a sus labios y sonrió aún más.
- Mira capullo, a mi me hablas con respeto porque no soy ninguna "gatita" - respondí mientras apretaba los puños - Y no, este sitio no es mío, pero entonces no te quejes si la gente se choca contigo por estar ahí parado - no había nada que detestase más que a los hombres machistas que hablaban a las mujeres de esta manera.
- Relájate nena, creo que deberías guardar esos humos para cuando estemos en la cama - dijo sin guardar su estúpida sonrisa y acercándose más a mi, creyendo que me estaba seduciendo de algún modo.
- Eres repulsivo, y yo que tu dejaría de acercarme si no quieres que te borre esa sonrisa de un puñetazo - dije poniéndole mi mejor cara de asco - y ahora aparta, no quiero desperdiciar ni un segundo más de mi vida hablando contigo - terminé lo más borde que pude, aunque me hubiesen flaqueado un poco las rodillas al tenerle tan cerca no iba a dejar que pareciese que había conseguido intimidarme. Ensanchó aún más su sonrisa y levantó las manos mientras me dejaba espacio para pasar. Caminé por delante de él y cuando estaba a punto de salir de aquel pasillo escuché como me decía
- ¡No puedo esperar a que nos volvamos a encontrar para admirar tu precioso culo otra vez! - me tragué la arcada que amenazaba con salir ante ese comentario y sin darle el placer de responder me fui de allí hecha una furia. Creo que era la primera vez que le cogía tanto asco a una persona en tan poco tiempo
Cuando llegué a la mesa Ethan me estaba esperando, supongo que ya habría pagando la cuenta.
- ¿Estás bien? - me preguntó notando mi reciente mal humor
- Si, si - le contesté intentando tranquilizarme - Es solo que me he chocado con un chico al salir del baño y se ha comportado como un imbécil, pero nada grave, no te preocupes - dije quitándole importancia al asunto y fingiendo una sonrisa. La verdad es que ese capullo me ha cabreado de verdad, espero no volver a verle porque estoy segura de que no se librará de un buen puñetazo.
- Está bien, sé que estas totalmente capacitada para partirle la cara a cualquier capullo que se meta contigo así que no quiero saber ni qué te ha dicho - sonreí al escuchar su respuesta, esa era una de las cosas que más me gustaba de Ethan, lo mucho que confiaba en mi y como nunca trataba de defenderme como si fuera "una damisela en apuros"
- Venga vámonos - dije esta vez yo cogiéndole de la mano y dirigiéndonos a la puerta, tras despedirnos de la camarera salimos de ese lugar para volver a subirnos al coche.
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Storm - Luke Hemmings
FanfictionTormenta: tempestad de corta duración y especialmente violenta.