REENCUENTROS

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En la mañana los rayos del sol tocaron mi cara y fue lo que me despertó, entonces pude escuchar el cantar de un gallo; presurosamente me puse las zapatillas que estaban al filo de la cama y salí de la habitación, mientras me acercaba a la sala de mi antigua casa iba observando todo, era como ver la ciudad, todo en su mismo lugar sin nada de cambios, estaba asombrado; parecía que el tiempo no había pasado por ese, mi antiguo hogar.


Lo único que estaba diferente eran las paredes donde estaban colgados los cuadros de fotos de mi madre y mis hermanos, solo estaban ellos; ya no había rastros de que yo haya pertenecido a esa familia, lo admito los ánimos se me vinieron abajo, pero al escuchar una voz en la sala mi corazón brinco de alegría, corrí de inmediato a ver si era verdad y entonces lo vi, parado platicando con mi madre estaba bastante cambiado, con un look bastante diferente: vestía formal, una camisa llana blanca, pantalón negro y zapatos negros relucientes.


- ¿Es verdad que está aquí, que ha regresado? -preguntó Jack, estaba tan enérgico y enfurecido que hasta el miedo me invadió, y entonces respondí:


Sí, estoy aquí. Regresé pero quizás pronto tenga que irme - le contesté - Entonces él se acercó y me envolvió en un abrazo, así que respondí con gran afecto.


Mi madre se marchó inmediatamente después de ver que estábamos dispuestos a establecer una plática, pero antes de ello no olvidó reiterar:


Quiero que recuerdes que no te quiero mucho tiempo aquí, mientras más rápido te marches será mejor para todos.


Jack me miró fijo y preguntó: ¿Por qué te fuiste de esa manera y nunca nos dijiste nada, ni una carta, un e-mail, nada absolutamente nada, hasta terminaste cerrando tu perfil de red social. No fue justo que mantuvieras a todos quienes te queremos así.


Y yo lo sabía, sabía que no era justo, y aun así decidí marcharme sin decir una palabra, ya con las que había dicho antes había sido suficiente, bajé la mirada y contesté:


-Lo sé, fue injusto y egoísta de mi parte pero necesitaba hacerlo, y quizás perdí demasiado yéndome de aquí, pero hubiese perdido más si me hubiese quedado y lo sabes.


Volteé dándole la espalda y quedamos callados, entonces Jack interrumpió el silencio y me dijo: Tienes razón, verte así, realizado; es una de las más grandes satisfacciones que he tenido en la vida, y si te hubieses quedado en este pueblo seguirías como antes.


- Y cuéntame, ¿te recibiste como médico? Preguntó.


Sonreí, y le dije: - Quizás no como el médico que soñé, pero ahora soy un científico que trabaja en biotecnología, encontré un gran empleo, y por ahora me encuentro planeando en empezar montar un negocio.-


Jack sonrió y me dijo: -Siempre supe que lo lograrías-


Él bajo la mirada y hablo más bajo acotando: - ¿Pero no te parece mal haber abandonado a todos los que te amaban y dejarlos pasar por todo lo que ya habías afrontado?


En ese preciso momento una lágrima resbaló por mi mejilla, no pude contener el llanto, pues él tenía razón; cada una de sus palabras eran ciertas. Pero tomé fuerzas y limpié mis lágrimas y luego le dije: - Pero ahora estoy aquí, es lo que importa. Además sabes muy bien cuál fue el motivo de mi partida. Sé que no es excusa.


Y entonces callé, en ese momento, como para interrumpir el silencio Jack me invitó a desayunar junto con todos los ex amigos, así que los llamó uno a uno, pero todos parecían estar ocupados.


Será mejor para otro día le dije, pero insistió y fuimos a una nueva cafetería que habían construido sobre el terreno en el que estaba antes mi antiguo trabajo de medio tiempo, Estábamos sentados en una esquina del local que tenía un toque rústico y con finas fragancias a madera; sin proponérmelo logré divisar entre uno de los pilares algo muy particular, aún estaba allí una inscripción de una frase que había escrito:

CAMINO A CASADonde viven las historias. Descúbrelo ahora